Quienes quisieron enterrar al Barcelona por anticipado deberán esperar mejor oportunidad. Y los que pretendieron volver a colocar un signo de interrogación sobre el carácter superlativo de la calidad de Lionel Messi como futbolista tendrán que morderse sus críticas. Con una soberbia actuación del rosarino, que anotó los dos primeros goles, el Barcelona arrolló al Milan en el Camp Nou, goléandolo 4-0 y dando vuelta la eliminatoria que tan mal había arrancado en terreno italiano, dos semanas atrás, con un

0-2. De esa manera, el equipo catalán sigue en carrera en la Champions League y ya está en cuartos de final, cuyos cruces serán sorteados el viernes en la UEFA.

Se vio la versión más exquisita del Barcelona en mucho tiempo, con David Villa como centrodelantero para juntar más a Messi con el balón, y el rosarino respondió, con un latigazo de zurda a los 5, después de un montón de paredes, y con un remate desde afuera del área que sorprendió a Abbiati, a los 40. Entre un tanto y otro –lleva ya siete en la Champions– condujo junto con Iniesta a un conjunto inspirado y reconocible.

El director deportivo del Barcelona, Andoni Zubizarreta, elogió a Messi. “Sólo hay que ver su velocidad y la presión que realizó, cómo jugó a la hora de buscar espacios y en una posición que no es la que mejor le cae. Con lo que Leo le dio al fútbol y al Barcelona, que un día no marque no pasa nada.”

“Creímos desde el primer momento, desde que terminó el partido en Milan”, aseguró David Villa, autor del tercer gol, tras una estupenda asistencia de Xavi. “Salimos muy enchufados. Nos ayudó el gol tempranero, pero también fuimos a buscarlos desde el minuto uno.” Para el lateral Jordi Alba, autor del cuarto tanto, cuando el Milan se jugaba a marcar el tanto que lo habría clasificado, “se ha visto al Barcelona de siempre. Tenemos que jugar con las mismas ganas e intensidad con la que hemos salido hoy (por ayer) al campo”.

Para el entrenador Jordi Roura, el éxito se debió “al compromiso y la entrega de los futbolistas. Las críticas habían sido desmesuradas y los jugadores han respondido”. Y Javier Mascherano, que fue titular y jugó 75 minutos antes de ser reemplazado por Carles Puyol a causa de una molestia, lo vio así: “Presionamos como siempre, recuperamos el balón en campo contrario. Siempre ganamos la segunda jugada. El fútbol es contagio, si uno juega bien el otro también”.

“Este es el camino, que nadie nos tenga que dar otro cachetazo para hacernos ver eso”, clamó Mascherano, que en el primer tiempo cometió un error que le permitió a Niag estrellar una pelota en el palo con el partido 1-0; Messi lo redimió anotando al

el segundo, tras cesión de Iniesta. “Me voy triste por esa jugada. Es un error mío que pudo cambiar la temporada –se lamentó–. Para ser jugador del Barça, no se pueden cometer estos errores.”

“La presión del Barça en la primera media hora fue extraordinaria y letal. Tiene tres jugadores fabulosos, Messi, Xavi e Iniesta, y es más fácil ganar los partidos así –admitió el técnico del Milan, Massimiliano Allegri–. El Barça es el equipo más grande del mundo y el mejor. Y el Milan es un equipo joven. En la ida estuvimos muy bien, pero el potencial del Barça no cambia porque haya perdido dos o tres partidos.”