El partido se había puesto tan electrizante en el final, con llegadas de uno y de otro, que parecía imposible que el empate se mantuviera. Lo tuvo Arsenal con un bombazo de Silvio González que rechazó Saja, pero fue de San Lorenzo, porque le cometieron penal a Frutos y el arquero fusiló a su colega Limia para lograr la victoria final.
Arsenal quería recuperarse de la desazón que le había producido el empate ante Boca, en La Bombonera, después de ir ganando 2-0, y quiso aprovecharse de otro grande. Con un rapidísimo contragolpe se puso en ventaja, usufructuando los huecos que el equipo visitante había dejado en el fondo. La pelota salió con velocidad hacia Romero, por la derecha, que a la altura del área mandó el centro, para Silvio González que venía a la carrera, por atrás de los dos centrales sanlorencistas, midiendo a Saja que retrocedía alocadamente. El delantero aplicó un soberbio cabezazo que venció completamente la resistencia del arquero.
La igualdad llegó no mucho después, a partir de un corner, que desde la izquierda ejecutó Morel Rodríguez. La pelota salió algo abierta, y en el vértice del área chica, el pibe Luna le ganó a su marcador, peinando el balón hacia el segundo palo de Limia. La pelota atravesó la maraña de jugadores que se apiñaban en el área chica, y entró por el palo más lejano del golero de Sarandí.