Mientras Boca se prepara para afrontar una nueva final de la Copa Libertadores ante el Santos de Brasil, las memorias del encuentro decisivo que mantuvieron los mismos equipos, en 1963, afloran inmediatamente. En este caso, uno de los jugadores que vivieron ese choque fue Silvio Marzolini, aquel extraordinario lateral izquierdo que tuvo Boca y que luego desplegó su capacidad en la Selección Nacional. El ahora entrenador y coordinador de las divisiones inferiores de Banfield dialogó con Página/12 y desgranó sus sensaciones ante la nueva disputa que habrá entre argentinos y brasileños, 40 años después de aquel enfrentamiento.
–Silvio, ¿qué recuerda de aquéllos partidos con el Santos?
–Fueron dos finales muy difíciles. Ellos tenían un equipo realmente brillante, no eran sólo Pelé y diez más. En el Maracaná tuvieron 15 minutos espectaculares, y ahí hicieron la diferencia. Allá nos perjudicó el ancho de la cancha, porque ubicaron muchos hombres en ataque y se hicieron incontenibles. La revancha fue similar y se perdió 2-1. Creo que era el peor momento para enfrentar al Santos, porque la verdad es que nos superaron ampliamente.
–¿Y para ustedes qué significaba jugar ante Pelé?
–Sin duda, él era el Maradona de los ‘80. Hacía una gran diferencia, pero no sólo nos preocupábamos para detenerlo a él, porque el resto también hacía maravillas. Los delanteros tenían una velocidad asombrosa, y aparecían por todos lados.
–¿Esos partidos se vivieron con el rigor histórico de la Copa?
–Este fue un duelo con mucha lealtad por parte de los dos equipos, sin brusquedades. Aunque cueste creerlo fue así, no hubo mala intención de ninguno de los jugadores.
–¿Pelé no intentó sacarlos del partido con la anécdota del pantalón?
–Silveira lo agarró del pantalón y se lo rompió. Como tenía que cambiárselo, se formó una ronda alrededor de él, para que no lo vieran, pero tuvieron que ir al vestuario a buscar otro. Quizás aprovecharon un poco todo eso para enfriar el partido, pero la verdad es que no lo necesitaban.
–¿Encuentra alguna similitud entre este Santos y aquél?
–Lo único que le encuentro de parecido es la camiseta. El de ahora tiene muchas diferencias con el Santos de esa época. Hay que recordar que sin Pelé llegaron a ganar la Copa Intercontinental, y tenían siete u ocho jugadores de Selección. Este de ahora es duro defensivamente, y no tiene el brillo que tenía aquél. Son realmente muy diferentes.
–¿Lo ve con chances a Boca?
–Yo creo que sí. Mantiene las posibilidades lógicas. Uno pensaba que iba a ser muy duro el partido del jueves pasado, y Boca hizo que fuera muy sencillo.
–¿Eso marca la sensación de que Boca se siente más cómodo jugando de visitante?
–Me parece que es porque no tiene tanta obligación. Acá se dio que, como tenía la ventaja de dos goles, no fue de entrada a buscar el partido. Y contra Paysandú convirtió casi en la primera llegada. Eso les da una confianza enorme. Como la diferencia de gol es importante, si saca una buena ventaja de local, resolverá gran parte de la serie.
En Brasil, uno de aquellos brasileños campeones de 1963, Antonio Lima dos Santos, le recomendó a Emerson Leao, el entrenador del actual equipo, “preservar la calma” en el primer partido en Buenos Aires. “Jugar en La Bombonera siempre fue muy difícil –recordó–. En aquel partido recibimos un gol en el comienzo y todo el mundo creyó que todo estaba perdido. Pero mantuvimos la calma y acabamos remontando el partido y conquistando el título.” Lima elogió al Santos de Leao y aseguró que “nuestro equipo de aquella época era tan joven como el de ahora”. El volante Elano es la primera duda de Leao para el partido del miércoles, con un golpe en la rodilla.