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Después de superar varios obstáculos que provocaron disgustos en la FIFA, Brasil organizará desde hoy la novena edición de la Copa Confederaciones, ensayo general para el Mundial 2014, y que en las apuestas anuncia una final entre el local y el campeón mundial, España. Seis ciudades, Brasilia, Belo Horizonte, Río de Janeiro, Salvador, Fortaleza y Recife, serán sede de la Copa, que finalizará el 30 de junio próximo. Brasil, por su condición de local; España, como ganador de la Copa del Mundo; Italia (subcampeón de Europa), Uruguay (campeón de América), México (de la Concacaf), Nigeria (de Africa), Japón (de Asia) y Tahití (campeón de Oceanía) disputarán el certamen.

Brasil, fortalecido por la goleada 3-0 del domingo pasado ante Francia en un amistoso jugado en Porto Alegre, abrirá hoy ante Japón el certamen en el nuevo estadio Mané Garrincha de Brasilia, desde las 16 (televisa TyC Sports). El partido corresponde al Grupo A, que completan Italia y México. Mientras tanto, el Grupo B está formado por España, Uruguay, Nigeria y Tahití y se iniciará mañana en Recife, con el duelo entre los campeones mundiales y los uruguayos.

España buscará el título que le falta. Si el histórico triplete: Eurocopa 2008, Mundial 2010, Eurocopa 2012, tiene a España en la cima del fútbol mundial, este es el único trofeo que no posee en su vitrina y que reafirmaría su favoritismo para imponerse un año después en la cita máxima. En la fase de clasificación al Mundial, todo marcha sobre rieles, ya que es primera de su grupo tras la victoria (1-0), en marzo, en París, contra Francia, y sólo tiene que administrar bien sus tres últimos partidos contra Finlandia, Bielorrusia y Georgia para tener su lugar.

Por el lado de Brasil, habló el coordinador técnico del equipo, Carlos Alberto Parreira. “Tenemos una buena oportunidad de mostrar nuestro valor, mostrar que podemos ganar la Copa”, dijo quien fue el entrenador del equipo en el Mundial de Estados Unidos ’94. Sobre la estrella del plantel, Neymar, habló el actual técnico Luis Scolari. “Neymar es muy, muy bueno, como jugador y como deportista. Es obediente y tácticamente está más completo. Tiene un liderazgo muy grande y va a ser mucho mejor de aquí a dos, tres, cinco años.”