Desde Barcelona

Hay un nuevo entrenador y hay un equipo que promete volver a ser el que fue, pero lo que todos esperan ver hoy en Barcelona, la gran historia de la noche del viernes en el Camp Nou, es la del inicio de la sociedad entre Lionel Messi y Neymar.

Un argentino y un brasileño que traen inevitablemente el recuerdo de la dupla Diego Maradona-Antonio Careca, que en el tramo final de los ’80 llevaron al Napoli a niveles impensados en el “calcio” italiano. ¿Volverá a funcionar esa sociedad entre el mejor del mundo, argentino, y una figura destacada del archirrival Brasil?

Neymar cree que sí. “La relación con Messi es maravillosa, es una gran persona, conversamos cada día, es un muchacho tranquilo, es mi ídolo, no habrá ningún problema”, dijo el brasileño, que vivirá hoy la extraña situación de enfrentarse al que fue el equipo de su vida, el Santos, vistiendo la camiseta rival en el Trofeo Joan Gamper (televisa Fox Sports desde las 16.30).

La dupla Maradona-Careca era en realidad un trío que incorporaba al italiano Bruno Giordano, una delantera que en aquellos años fue conocida como “Magica”, tomando la sílaba inicial de cada uno de los tres apellidos.

No hay italiano en el Barcelona para formar tridente con Messi y Neymar, pero sí varios candidatos que dependerán de la decisión que tome el nuevo entrenador, el rosarino Gerardo Martino. El chileno Alexis Sánchez, los españoles Christian Tello y Pedro Rodríguez o incluso Cesc Fábregas, un mediocampista con sobrada versatilidad para ser delantero. Entre ellos decidirá Martino, un entrenador que hace diez días era un desconocido para jugadores, hinchas y periodistas en Barcelona y en una semana parece haberse ganado a buena parte de ellos.

“Hablé en dos o tres ocasiones con él y quiere consensuarlo todo, es muy dialogante, con carácter ganador y muy adaptable. Estamos entrenando fuerte, con ganas, y nos pide que hagamos grupo”, aseguró Xavi Hernández.

“Gerardo Martino ha entrado con buen pie. El entrenador argentino está convenciendo poco a poco a quienes le rodean”, analizó Mundo Deportivo, mientras Sport destaca la “humildad y carácter cercano” del rosarino como “clave para que los futbolistas no lo vean como un ser extraño tras la buena relación que todos tenían con Tito Vilanova”.

Según el mismo periódico, Martino le dijo “vine a trabajar” a Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barcelona, cuando éste le comentó que debería dar un promedio de cuatro ruedas de prensa por semana. Hay cosas en Europa que son diferentes a Argentina.

Es muy cierto que trabajo no le faltará a Martino, que al día siguiente del partido ante el Santos dejará la calurosísima Barcelona para iniciar una gira que lo llevará junto a todas sus estrellas a Palestina, Israel, Tailandia y Malasia.

Con él viajará el staff técnico que trabajaba con Vilanova hasta la abrupta salida del entrenador para tratarse de un cáncer. Hay más personas que puestos a ocupar, un asunto que también deberá resolver el argentino mientras le roba horas al día para ajustar todo en un equipo que debe estar listo dentro de dos semanas, cuando el inicio de la Liga española marque la hora de la verdad.