Integrantes de la barra brava de Huracán irrumpieron ayer en la práctica que el plantel profesional de la entidad de Parque de los Patricios desarrollaba en el predio La Quemita para increpar a algunos futbolistas. El flamante cuerpo técnico encabezado por Frank Kudelka intentó interceder, pero el grupo dejó en claro que el apriete venía de antes, por los malos resultados que determinaron la renuncia del anterior entrenador, Antonio Mohamed.

Cuando finalizaba el entrenamiento matutino, los violentos interrumpieron la actividad y apuntaron directamente a los jugadores con más influencia en el plantel, como el arquero Diego Pozo –a quien le tajearon las cubiertas de su auto el martes– y al mediocampista Alejandro Capurro. En ese momento, el delantero Leandro Díaz salió al cruce de los barras, respaldado por el lateral Sergio Velázquez, que recibió un golpe.

Kudelka y sus colaboradores, que asumieron esta semana tras la salida de Mohamed y el breve interinato de Néstor Apuzzo, intentaron apaciguar el momento tenso, pero los barrabravas los apartaron. “Con ustedes no es el tema”, dijeron los violentos, de acuerdo con la versión de algunos testigos. En realidad, los barras fueron a increpar a los jugadores que consideraron responsables de los malos rendimientos que determinaron la renuncia de Mohamed. Con 12 fechas disputadas, Huracán marcha 17º, a 16 puntos del líder Banfield y a nueve del último puesto que entrega un ascenso a Primera División. El domingo será el debut de Kudelka, cuando el conjunto de Patricios visite a Atlético en Tucumán.