El tenista serbio Novak Djokovic ironizó que la suya fue “la transferencia más rápida del mundo, de Boca a San Lorenzo”, cuando se negó ayer a recibir una camiseta del club xeneize que le obsequió el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, y le pidió “la que usa el papa Francisco (reconocido simpatizante azulgrana)”. Djokovic, que se encuentra en la Argentina para realizar una exhibición ante el número uno del mundo, el español Rafael Nadal, peloteó ayer con chicos de un barrio de Villa Soldati, donde está la cancha del Ciclón, y explicó que tomó la decisión “al ver la reacción negativa de los niños. Por eso pedí la de San Lorenzo”. Enterado de esto, el vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, lo asoció al club e hizo circular su carnet por Internet, en tanto el presidente, Matías Lammens, lo nombró socio activo.