Guillermo Coria y David Nalbandian pasaron a los cuartos de final del US Open, que ayer se reanudó tras tres días de lluvia. Coria, quinto favorito del torneo, confirmó que está recuperado de su lesión de aductores de la pierna izquierda y tuvo la suficiente fuerza física para ganar 6-2, 6-3, 4-6 y 6-2 al sueco Jonas Bjorkman y lograr por primera vez su pase a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos. Nalbandian protagonizó este jueves la sorpresa del Abierto, al eliminar al segundo favorito, el suizo Roger Federer, en cuatro sets, 3-6, 7-6 (7/5), 6-3. Paola Suárez jugaba anoche ante Lindsay Davenport por los cuartos de final del cuadro femenino.
El santafesino se enfrentará esta noche al principal favorito del certamen, Andre Agassi, en los cuartos de final, que les servirá a ambos para revivir el duelo que protagonizaron en la misma ronda en Roland Garros. Agassi, que está clasificado desde el martes, ha tenido tres días de descanso, mientras que Coria no contará ni con 24 horas, lo que aún hace que sus posibilidades de triunfo no sean las mejores.
“No me sentí en plenitud, pero pude terminar el partido y eso es positivo –comentó Coria–. Logré meterme en los cuartos de final y ahora lo que tengo que hacer es descansar y ver qué es lo que sucede.”
El partido, que fue interrumpido el pasado martes con ventaja de 6-2 y 2-0, no tuvo más historia que ver cómo Bjorkman se aprovechó de la limitación física de Coria para ganar el tercer set, el primero que el argentino pierde en el torneo, pero luego no pudo superar la mejor calidad del santafesino, en el primer enfrentamiento que tuvieron ambos como profesionales.
Ahora que se enfrentará con Agassi, Coria comenzó a ser tenido más en cuenta por el público norteamericano, que siguió el partido en una cancha auxiliar. El tenista argentino fue elogiado nada menos que por John McEnroe. “Lo que me gusta de Coria es que no le teme a nada, se mantiene tranquilo y frío en la pista”, dijo el norteamericano.
Nalbandian jugará hoy con el ganador del encuentro que anoche protagonizaban el español Carlos Moyá y el marroquí Younes El Aynaoaoui. El tenista de Unquillo se ha convertido en la bestia negra de Federer, campeón de Wimbledon, a quien ha vencido en las cinco ocasiones en que se han enfrentado, incluida una final de juniors en Flushing Meadows.
“Conozco a Roger de Juniors, hace unos cinco años –subrayó el cordobés–. Me conoce y lo conozco, pero creo que la clave del triunfo fue mi devolución.” Si Agassi es el favorito de la prensa y el público, Federer era el de tenistas, ex tenistas y entrenadores. Todo ello no bastó para superar la garra del argentino y el finalista de Wimbledon en el 2001 se impuso al vencedor del 2002. Nalbandian superó de este modo su mejor actuación en Flushing Meadows, un discreto acceso a tercera ronda en 2001, tras jugar la final en Wimbledon.
Nalbandian perdió el primer set (que se interrumpió por la lluvia cuando caía 2-3) ante un Federer preciso y sólido desde su saque, aunque arrancó el segundo parcial con una ventaja de 5-0.
Sin embargo, el suizo levantó el nivel y empató el set en cinco, y recién en el tie-break el cordobés retomó el dominio para llevárselo 7-1. Los dos últimos sets mostraron al cordobés en un nivel inteligente y, por momentos, brillante, para ganar esos parciales y conseguir uno de su éxitos más importantes de la temporada frente a un rival que cometió 62 errores no forzados contra 32 del argentino.