Un agónico gol de Sebastián Romero le permitió a Racing festejar otra vez y conseguir su tercera victoria consecutiva, al vencer a Estudiantes por 1-0 en Avellaneda, en un pobre partido. La conquista de Romero fue casi el único toque de emoción de un partido monótono. Estudiantes sumó su cuarta derrota en el ciclo orientado por Carlos Pachamé —en cinco partidos— y continúa apremiado por su flaco promedio. Racing llegó a los 18 puntos.
De salida, Racing se adueñó de la pelota y dominó las acciones en los primeros veinte minutos, aunque no gravitó en el área rival ni tuvo muchas oportunidades para desnivelar el marcador. La mejor fue a los 32, cuando Romero, después de una maniobra personal, sacó un zurdazo violento que se estrelló en el poste derecho. Estudiantes, sólido en defensa, peleador en el medio, de a poco se adelantó y equilibrió el juego. A los 40, Farías remató desde 30 metros y exigió al arquero Mario Cuenca.
El segundo tiempo fue intenso, áspero por los choques en el mediocampo, pero con menos brillo aún que el primero. Cuando el partido expiraba, Romero, tras un pase de Lisandro López, se llevó la pelota en el área y definió con precisión ante el arquero y determinó así la festejada victoria local.
Para los de Pachamé, la amargura de no haber podido conservar el resultado y la evidencia de que la caída se hace cada vez más pronunciada.