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En medio de una creciente presión para que renuncie, el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, dijo que se mantendrá en el poder y lanzó una dura crítica a lo que llamó el intervencionismo extranjero, en alusión a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y a la corrupción del sector empresario. La líder indígena y Premio Nobel Rigoberta Menchú calificó de criminal al mandatario y en su cuenta oficial de Twitter publicó: “Otto Pérez Molina le salió lo chafa (de mala calidad), es insólito que un criminal gobierne un país y lo peor es que se trata de nuestro país”. A las acusaciones contra Pérez Molina se suma la revelación de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci), que ayer señaló que su voz aparece en llamadas interceptadas en la investigación por la red de corrupción la Línea, enquistada en el Estado. Además se anunciaron nuevas marchas para hoy que reclamarán la salida del mandatario y un pedido en el mismo sentido de las iglesias Católica y Evangélica.

El Ministerio Público y la Cigig, ente de Naciones Unidas creado en 2007 para descubrir estructuras clandestinas dentro del Estado, pidieron el viernes un antejuicio para el mandatario. Pérez Molina se despegó del caso la Línea, estructura de corrupción dedicada a saquear impuestos aduaneros de la que la Fiscalía lo acusa de ser cabecilla junto a Roxana Baldetti, su ex vicepresidenta, en prisión desde el viernes. El mandatario se refirió así en un discurso de apenas cinco minutos que ofreció antenoche, calificado como polarizante y confrontativo por el diario Prensa Libre. “No hay una línea, son dos y hasta ahora ha aparecido la que recibe, pero no la que paga, sin duda enraizada en el sector empresarial”, dijo Pérez respecto de que hasta ahora sólo están capturados funcionarios y supuestos operadores de la red ilegal.

Además de rechazar las acusaciones, Pérez Molina apuntó al empresariado como uno de los involucrados en la trama de corrupción de la que se lo culpa. Aunque denunció la existencia de una estrategia intervencionista de algunos sectores, como el extranjero, no dio más detalles. Y terminó su mensaje diciendo: “Asumiré mi responsabilidad y aceptaré la ley, pero si algo positivo tenemos es que Guatemala cambió y la ley es para todos por igual”. Ante esa situación, Rigoberta Menchú reiteró que “Otto Pérez es un presidente nocivo para nuestra nación y para los principios y valores de la democracia”.

El titular de la Feci, Juan Francisco Sandoval, dijo que las llamadas telefónicas interceptadas señalan que en las comunicaciones podrían haber participado Baldetti y Pérez Molina. “La confirmación, los indicios racionales suficientes, necesarios para el momento procesal, derivó del análisis de la información de correos electrónicos, los documentos secuestrados, las agendas telefónicas y documentación localizada en allanamientos efectuados en distintos lugares. Y las referencias de actividades ilícitas a personas denominadas como ‘el Uno’, ‘la Dos’, ‘el dueño de la finca’, ‘la mera mera’”, explicó Sandoval.