Mar 16.12.2003

DEPORTES  › CARLOS BIANCHI HABLA DE SUS SECRETOS COMO ENTRENADOR DE BOCA

“Trato de no complicar al jugador”

Para el técnico del campeón intercontinental, “cualquiera que vea jugar a mi equipo se da cuenta enseguida de quién lo dirige”.

Por Carlos Ares*

–¿Cuál es el secreto de sus equipos?
–Yo creo que soy un entrenador simple. No complico las cosas. Jugué al fútbol antes que ellos y trato de no complicarle la vida al jugador. Sólo le pido que cumpla con lo que le explico, que no es nada que no pueda hacer. El sistema de juego lo hago yo. La personalidad del equipo la doy yo. Yo creo que cualquiera que vea jugar a mi equipo se da cuenta enseguida de que lo dirijo yo. Mis equipos tienen características puntuales. Los marcadores de punta salen constantemente. Ahora, con volantes que tal vez no tienen una gran creatividad, porque el equipo tiene otras necesidades. Pero Boca tuvo un mediocampo con Serna, Basualdo y Cagna, que era muy bueno. También en Vélez tuve a Gómez, Basualdo y Bassedas, muy bueno. Me atengo a los jugadores con los que cuento y a las necesidades del equipo en cada momento.
–¿No es de los que planifican partido por partido?
–No, no... Tampoco según el adversario. A mí me gusta que el equipo tenga determinadas características y juegue como yo quiero contra quien sea. Quiero que se parezca a lo que yo era como jugador. Por eso les digo siempre: “Yo puedo aceptar cualquier cosa, que jueguen bien o mal, que sean un desastre; pero nunca les voy a aceptar que no dejen todo dentro de un campo de juego”. Ellos comprenden muy bien que, si no lo dan todo, conmigo están en falta. Eso es lo que yo llamo actitud. Usted puede jugar bien o mal, pero el equipo dentro del campo de juego tiene que tener una actitud positiva, tiene que ir a buscar el partido, aunque se presente un día en que no esté jugando bien o que el adversario lo supere, porque eso puede pasar. Pero en la cancha hay que intentar por todos los medios jugar el partido de igual a igual.
–¿Debe el equipo transmitir la personalidad del entrenador?
–Cada uno piensa como quiere... Yo, una vez, escuché decir a un entrenador italiano que estaba tranquilo cuando su equipo no tenía la pelota. ¿Cómo? Yo quiero tener la pelota los 90 minutos si es posible. Ahí estoy tranquilo. Si la tengo yo, el rival no juega, no me puede hacer ningún gol.
–¿Le molesta particularmente la venta constante de jugadores? Ahora el Villarreal se llevó a Battaglia, a quien usted hizo debutar a los 17 años.
–Lamento la partida del jugador y de la persona que es Sebastián. Era lógico que en algún momento se fuese. Pero me da pena que se vaya como se va, por 2 millones y medio de dólares. Ganó torneos, tres veces la Copa Libertadores, la Intercontinental... No estoy de acuerdo con que se vaya así.
–Siempre está rearmando el equipo. Cada vez parece ser más difícil.
–Y bueno... Pero ése es el problema nuestro. ¡Qué le vamos a hacer! En la Argentina tenemos que pensar en curarnos antes de lastimarnos.
–Usted se arriesga demasiado cuando trae a jugadores casi desconocidos en reemplazo de las figuras que se van. Se fue Delgado y recomendó a Iarley. Ya lo había hecho cuando sugirió a Schiavi para ocupar el lugar de Samuel.
–Pero no son futbolistas desconocidos para mí. A Iarley lo vi jugar en el Paysandú siete, ocho partidos... Hizo una muy buena Copa Libertadores. Esto es como en todo. Hay artistas que se consagran tarde, a los 50 años, y hay otros que empiezan muy bien y no llegan a los 50. Iarley se adaptó rápido y tuvo partidos muy interesantes. Tal vez no tuvo regularidad en la eficacia. El último partido contra River le salió casi perfecto. Yo debo adaptarme a los jugadores que tengo y ver cómo está la situación en cada momento. Hay que ponerse a pensar que uno tiene que estar de acuerdo con el presupuesto de que dispone. Boca, en la temporada pasada, se gastó 6 millones de dólares y conmigo, en éste, 900 mil.
–Otros entrenadores eligen a los consagrados para que no les echen las culpas si luego fracasan.
–Le repito: Boca, el año pasado, se gastó 6 millones de dólares y los resultados no fueron los esperados. Ahora no había esa suma para gastarla. Se la gastaron cuando yo no estaba... Yo no me veía diciéndole al club: “Vamos a comprar un jugador de 2 millones”.
–Usted ganó todos los títulos posibles, pero el presidente de la AFA, Julio Grondona, se resiste a nombrarlo seleccionador nacional. ¿No siente que esa decisión personalista y autoritaria le arruina el sueño que le falta por alcanzar?
–No, no; de verdad...

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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