El partido que esta tarde, desde las 16.15, jugarán Boca y River no será uno más: es el primero que se disputa en la Bombonera desde la recordada noche del 14 de mayo de 2015, cuando el duelo por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores fue suspendido en el entretiempo por una agresión con gas pimienta que los jugadores millonarios sufrieron por parte de un grupo de hinchas xeneizes, comandados por el barrabrava Adrián Napolitano, alias el Panadero.

El encuentro de hoy será dirigido por Darío Herrera, mismo árbitro de aquel incidente que provocó la descalificación de Boca en la Libertadores del año pasado. El encargado de impartir justicia lo hará sobre un campo de juego que no se encuentra en las mejores condiciones y que por su pésimo estado podría influir en el desarrollo del partido. Por ese motivo se cruzaron mediáticamente en la previa el presidente de River, Rodolfo D`Onofrio, y el vicepresidente de Boca Juan Carlos Crespi.

“Vamos a entrenar en la playa para acostumbrarnos”, chicaneó D’Onofrio. “Hay que ponerse de acuerdo y dejar en claro si todo lo tomamos como chicana o folklore o como una agresión. Porque si entramos en el folklore, le puedo recordar al presidente de River que estuvo un año entero jugando en canchas del ascenso, que seguro que no estaban en condiciones, con respeto para la gente del ascenso. Que en River no se olviden de eso, nosotros no nos vamos a olvidar nunca”, le retrucó Crespi.

Ambos equipos llegan el superclásico con realidades similares. Prácticamente sin chances en el torneo local, debido a sus campañas irregulares, los dos están equipos enfocados en sus respectivos partidos por los octavos de final de la presente edición de la Copa Libertadores, que en el caso de avanzar los podría volver a cruzar en las semifinales.

En ese sentido, una victoria, para cualquiera de los dos, será determinante en lo anímico de cara a los compromisos internacionales que tendrán por delante: Boca enfrentará el jueves en Asunción a Cerro Porteño y River hará lo propio ante Independiente del Valle de Ecuador en la altura de Quito.

Este superclásico será el número 197 de la era profesional. Boca posee una diferencia a favor de nueve encuentros, producto de 72 victorias, 61 empates y 63 derrotas. Por torneos locales, River no le gana desde hace cuatro partidos y su última victoria la concretó en el Torneo Final 2014, justamente en la Bombonera, cuando se impuso por 2-1 con goles de Manuel Lanzini y Ramiro Funes Mori, bajo la dirección de Ramón Díaz.

Además, en esta fecha de los clásicos, hoy Newell`s recibe a Central y Racing a Independiente.