En la tarde-noche de Avellaneda, Racing arrancó su participación en los octavos de final de la Copa Libertadores con un empate sin goles ante Atlético Mineiro. El local hizo los méritos, pero le faltó contundencia. Mirando la formación que paró Sava en el arranque del encuentro se veía que había optado por un esquema que priorizara el equilibrio, aunque parecía demasiado cauteloso, muy similar al que llevó a La Paz para obtener el pase de ronda ante Bolívar. La intención era clara: aprovechar las características de Noir y Acuña, aptos para desplegarse por las bandas, abriendo bien la cancha, obligando al visitante a retener a sus marcadores de punta en una tarea únicamente defensiva. Todo motivado por un rival como Mineiro, elogiado también por su poderío ofensivo, a partir de la potencia de Pratto y la vigente calidad de Robinho.

Racing salió decidido a imponer ese plan, con intensidad y vértigo. Así, antes del minuto, Romero sorprendió con un remate de larga distancia, cuando vio adelantado al arquero. En la jugada siguiente, Sánchez casi pone el 1-0 de cabeza aprovechando la buena pegada del volante de la selección paraguaya. Un par de minutos después, el local volvió a exigir tres veces al uno visitante: con otro centro de Romero, luego con un envío de Acuña y por último con un centro de Noir que López no llegó a conectar.

Después de esos primeros minutos, Racing perdió precisión en el manejo de la pelota, empezó a dividirla en pelotazos frontales y encima Romero se tomó un respiro, tal vez para reponerse de las numerosas faltas con las que lo maltrataron los brasileños. Ese momentáneo respiro casi se transforma en ventaja, cuando sobre los 32 minutos Vittor le regaló la pelota a Robinho, quien la cedió a Pratto. El ex Vélez corrió paralelo al área grande y sacó un remate de derecha que Saja mandó al corner. Sin embargo, la más clara del Mineiro fue en tiempo de descuento, cuando Urso cabeceó desviado solo frente a Saja, tras el centro de Dátolo.

En el arranque del complemento, Racing tuvo tres chances de ponerse en ventaja. La primera por un disparo de Romero que obligó a Víctor a rechazar porque se le metía en el segundo palo. Después fue Sánchez el que exigió cabeceando débil. Y finalmente, con un disparo de Grimi.

El empate le caía bien a Mineiro, que en el segundo tiempo dejó a seis hombres siempre estacionados en su campo para defender. Pero la igualdad no era lo que quería Sava. El técnico decidió arriesgar. Sacó a Noir y puso a Martínez. La apuesta estuvo a punto de tener rápido premio, porque un excelente pase de Romero encontró habilitado a López, quien entró al área y sacó un derechazo que reventó el travesaño. Se envalentonó Racing y propuso el golpe por golpe. En esa propuesta el que primero casi saca ventaja fue Mineiro. Robinho peleó un largo pelotazo con Sánchez, le ganó y quedó ante Saja, pero definió desviado. El mismo Saja ahogó el grito de gol ante Urso.

Con el correr de la segunda etapa, el local fue perdiendo peso en el ataque y su mejor recurso pasaron a ser las pelotas paradas. Muy poco para desequilibrar a un Mineiro que concretó el negocio del empate, confiado en que en Brasil podrá mostrar otra cara y escribir otra historia.

Estadio: Racing.

Arbitro: Julio Quintana (Paraguay).

Cambios: 62m Martínez por Noir (R); 71m Clayton por Dátolo (M); 76m Díaz por Grimi (R); 81m Cazares por Robinho (AM).