El consenso cada vez se aleja más del fútbol argentino, y las diferencias entre sus conductores continúan dominando la escena central. La reunión de Comité Ejecutivo realizada ayer en el predio de Ezeiza, luego del intento fallido del lunes último, evidenció la distancia que existe entre los principales clubes de Primera y resto de las instituciones, sobre todo las del ascenso. Los denominados grandes, menos Independiente, están decididos a formar el nuevo torneo, inclusive por afuera de la AFA.

La reunión de ayer buscó el acuerdo para llegar a formar la Súper Liga y cómo llevarla adelante, pero la distancia que existe entre los clubes fue más fuerte. La intención de Daniel Angelici (Boca), Rodolfo D’Onofrio (River), Matías Lammens (San Lorenzo), Víctor Blanco (Racing) y otros dirigentes era buscar 33 votos sobre 44, para llamar a una Asamblea Extraordinaria para el 9 de junio. Ese día se iba a tratar la creación del nuevo torneo, algo que el lunes no sucedió debido a que no hubo quórum, y derivó en las supuestas renuncias de los principales dirigentes. Como eso tampoco se concretó anoche, todo sigue sin resolverse aún.

La posibilidad ahora es que el 30 de junio, el día de las elecciones presidenciales, también se vote la nueva Liga. Pero con lo sucedido ayer, todo puede llegar a suceder.

El hombre que tiene mayor aceptación por parte de los dos grupos, y el que trata de acercar a las partes –cuentan en la AFA– es Raúl Gámez (Vélez). Precisamente, él habría sido el que evitó las renuncias masivas de sus colegas el lunes por la noche. Con la ruptura bien evidente, esos retiros finalmente podrían concretarse en las próximas horas. “No creo en el consenso. Quizá sea el momento de dividir”, lanzó Angelici. Y fue más allá: “La Liga se hace con los que quieran jugar, el resto fíjense dónde van a jugar”.

El punto de la posible intervención radica en que la jueza María Servini de Cubría se encuentra investigando a muchos dirigentes, por posibles anomalías administrativas en el reparto del dinero del programa Fútbol Para Todos. Cuando terminó la reunión, el vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, sorpresivamente, destacó en conferencia de prensa que “el ascenso está de acuerdo en la creación de la Liga” y aseguró que “las posiciones se están acercando”. Sin embargo, no pudo el vocero explicar la ausencia de dirigentes en la reunión la cita con la prensa.

Por su parte, el presidente de Lanús, Nicolás Russo, explicó ayer que el fútbol “necesita un cambio, pero tiene que ser todo por adentro de la AFA. Es difícil porque hay mucha política metida en el medio”. En relación a la intervención indicó: “Descarto que se intervenga la AFA. Lo que es bueno hay que apoyarlo. Los clubes que cumplen pueden crecer con este sistema. Primero hay que elegir al presidente, y luego ver cómo se juega. Tampoco sería bueno que se eliminen los promedios”.

La máxima autoridad de Belgrano, Armando Pérez, describió a la grave crisis institucional que atraviesa la AFA como “un papelón del fútbol”.

“Todo esto que surgió por la Súper Liga es una vergüenza, y me parece que en la AFA nos estamos acostumbrando a este tipo de situaciones”, agregó Pérez. “Lo de la Súper Liga –continuó– es una idea, no sé por qué levantó tanta temperatura. Los dirigentes no encontramos la forma de dejar los egos de lado.”

“No hay que hacer diferencias entre los clubes grandes y chicos en el reparto de dinero. Y no tiene que haber una intervención de la AFA porque es un tema de la dirigencia del fútbol argentino, y no del Estado”, sentenció Pérez. D’Onofrio insistió con que “el modelo actual no da para más, esta terminado. No puede ser que los amigos del poder se endeuden. Algunos van a pasar 50 años para pagar la plata que deben”.

D’Onofrio describió el estado actual del fútbol argentino como un “desaguisado”, en el que “la AFA no le está pagando al entrenador del seleccionado porque le deben más de 1000 millones de pesos”. “El estado de calamidad de la Asociación del Fútbol Argentino tiene que tener una respuesta ahora”, enfatizó.