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Banfield cerrará esta noche su participación en la primera etapa de la Copa Libertadores como local ante el venezolano Caracas con la satisfacción de haber alcanzado la clasificación a la segunda fase de la competencia y con el desafío de lograr una victoria que le permita entrar como uno de los mejores segundos a los octavos de final. Pero Julio Falcioni pretende más.
En una charla con Página/12, el entrenador del equipo del sur estimó que el plantel que conduce puede llegar “bastante lejos” en la etapa decisiva del certamen y consideró que disputar una final “no sería ninguna utopía”. Entonado tras la reciente victoria que sus dirigidos lograron frente a Boca en el Clausura, el ex técnico de Vélez y Olimpo ponderó la rotación de jugadores que realizó durante la primera mitad del 2005, al señalar que, gracias al trabajo que efectuó junto con las inferiores, “el club no comprometerá a futuro su permanencia en Primera División” por participar en la Copa.
–¿Llegar a esta instancia con Banfield, en la primera Libertadores que juega en su historia, fue más fácil de lo que esperaba?
–Para nada, fue muy duro, por un montón de factores. Sobre todo por la inexperiencia que tenían varios de los jugadores del plantel. Fue algo muy bueno todo lo que nos pasó en estos meses, nos permitió un gran crecimiento deportivo y humano. Por suerte logramos lo que pretendíamos, pero nos costó mucho. Nada resultó fácil.
–¿Hasta dónde considera que puede llegar Banfield en la Copa?
–Si tenemos la suerte de terminar como uno de los mejores segundos, podemos llegar bastante lejos. A este grupo le tengo muchísima fe.
–¿Tanta como para ilusionarse con una final?
–Por supuesto, tenemos plantel como para jugarle de igual a igual a cualquiera y no somos menos que nadie. En estas condiciones, para mí no sería una utopía llegar a la final. Además no seríamos el único caso de un equipo chico que llega a una instancia como ésa en la Libertadores, sino miremos lo que sucedió el año pasado con el Once Caldas de Colombia.
–Banfield debió recurrir a un equipo alternativo para afrontar el torneo local que obtuvo resultados importantes (3-2 a Boca, el pasado fin de semana y un 4-2 en el clásico ante Lanús). ¿Cómo hizo para que esta rotación resultara exitosa?
–Magia no hicimos. El secreto es que desde hace dos años que estamos trabajando con las divisiones inferiores preparándonos para jugar una instancia como ésta. No sé qué pasará de acá en más con nosotros; lo cierto es que Banfield no comprometió su permanencia en Primera tras haber jugado la Libertadores, como sucedió con muchos otros equipos del fútbol argentino. Ese es el principal mérito que va a tener nuestra gestión en este club.
–Habla como si ya hubiera cumplido un ciclo en esta institución. ¿Después de la Copa se va de Banfield?
–No tengo ofertas concretas para irme, pero lo cierto es que los ciclos se cumplen en algún momento.
–Sin embargo, los dirigentes le ofrecieron contrato por un año más.
–Bueno, hay que esperar a que termine la Libertadores, sentarse a conversar y analizar todo con tranquilidad. A veces no es bueno prolongar las cosas, porque todo tiene un final y es preferible irse bien de todos lados. Es la mejor forma para crecer.

Entrevistó: Leonardo Castillo.