ECONOMíA
Lavagna pagará un alto costo para bicicletear vencimientos de deuda
Economía enfrenta un pesado calendario de vencimientos. Hoy buscará colocar una nueva emisión de bonos por 1000 millones de pesos, para ayudar a hacer frente a los compromisos más inmediatos. Son 3000 millones de dólares hasta julio y en agosto viene lo peor.
Por Claudio Zlotnik
La última vez que el Ministerio de Economía hizo una licitación de deuda fue sobre el final de aquel crítico 2001. Domingo Cavallo refinanciaba vencimientos a cualquier precio. Hasta que el modelo no aguantó más y reventó. Tres años y medio después, Roberto Lavagna será el encargado de poner a andar nuevamente la bicicleta. Será mañana, cuando el Gobierno intente colocar 1000 millones de pesos en Boden 2014 entre los agentes del mercado.
La emisión de nuevos papeles tiene que ver no sólo con los compromisos con los organismos internacionales, sino también con los voluminosos vencimientos de la deuda lanzada tras la devaluación. De hecho, hoy mismo habrá que desembolsar 370 millones de dólares para cancelar la última cuota del Boden 2005, que mayoritariamente está en manos de pequeños inversores. Son los denominados “casos especiales” que lograron saltar el corralito: mayores de 75 años, personas con problemas salud y aquellos a quienes se les habían otorgado indemnizaciones. Mañana se suman otros 40 millones de dólares por los Bogar que están en las carteras de los bancos.
A lo largo de mayo, Economía debe pagar nada menos que 1623 millones de dólares. Los meses que se vienen también acumulan fuertes vencimientos: 1070 millones en junio, 370 millones en julio y, el peor, 2650 millones en agosto, de los cuales 547 millones corresponden a deuda con los organismos multilaterales y 1600 millones por el vencimiento de la primera amortización de capital del Boden 2012. Con este pesado almanaque en la mano, el ministro decidió apurar la colocación de deuda y asegurar el cumplimiento. Más aun si se tiene en cuenta que no hay acuerdo con el FMI para refinanciar esos compromisos.
La intención de Economía era colocar la nueva deuda entre las AFJP. Pero la traba judicial al canje puso un límite a esa aspiración: como las administradoras están excedidas en la tenencia de títulos públicos –ocupan un 57 por ciento de su cartera y no pueden tener más del 50–, la mayor parte de las compañías no podrá participar de la licitación. A menos que el Gobierno cambie la reglamentación por decreto. Algunas AFJP que poseen Bogar podrán comprar nuevos bonos con los fondos que reciban por el vencimiento de esos papeles. El problema se solucionará cuando pueda cerrarse el canje, ya que los Cuasi Par que reciban las AFJP no se computarán en ese tope y las liberará para adquirir más bonos del Estado.
Por su parte, los bancos también están limitados: tienen, en promedio, el 40 por ciento de sus carteras cubierto con bonos. Justo el tope habilitado por el BCRA. Por eso se espera que de la nueva licitación participen las entidades que se expandieron después de la crisis, ya que no tienen títulos públicos. Estas limitaciones hicieron que Lavagna, que tenía previsto colocar 2000 millones de pesos en Boden 2014, se conforme con lanzar 1000. Apuesta a que el bono en pesos que ajusta con la inflación seduzca a los inversores, tal cual pasó en el canje.
En la city creen que el Estado se endeudará caro. El Bogar 2018, que sirve como referente para la operación, muestra un rendimiento de seis puntos más CER. Aproximadamente un 16 a 17 por ciento en términos anualizados, si se cumple la expectativa de una inflación del 10 al 11 por ciento para este año. Ayer, el Banco Central dio otra señal de que se vienen tasas más altas: subió la que rige a los pases pasivos (depósitos de bancos en el BCRA) del 3,75 al 4,25 por ciento anual.