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Fue más fácil de lo esperado. Tras superar 4-1 a Phoenix Suns, con tres victorias como visitantes, San Antonio Spurs y Emanuel Ginóbili jugarán la segunda final de la NBA en tres años y tendrán una semana de descanso a la espera de que se defina la serie que Miami Heat iguala 2-2 con Detroit Pistons.
Como había ocurrido en los cruces ante Denver y Seattle, el bahiense resultó clave para la victoria de su equipo. Con 22,2 puntos de promedio, Ginóbili fue el segundo goleador de San Antonio en la serie, sólo superado por Tim Duncan. Además, también fue el segundo mejor asistidor, con 4,5 por juego, detrás de Toni Parker. Y en rebotes quedó tercero, por debajo de Duncan y Nazr Mohammed, los dos pivotes del equipo. Como siempre, fue el mejor en robos, una estadística en la que se encuentra entre los primeros de la liga. En todas los rubros superó lo que había realizado en toda la serie regular, una muestra clara de que su nivel mejora ante las mayores exigencias.
“La clave estuvo en que fuimos pacientes en ataque y defendimos como sabemos”, explicó Ginóbili sobre las razones de la victoria. Para Steve Nash, el mejor jugador de la temporada y figura de los Suns, las claves fueron otras: “Ellos tienen a Duncan y a Ginóbili, que son dos jugadores monstruosos”. Ahora será el tiempo del descanso y de esperar rival, ya sea Miami o Detroit, en ambos casos con ventaja de localía.