DEPORTES › ELOGIOS PARA ROBERTO ABBONDANZIERI, FIGURA DE BOCA
“En el arco estaba King Kong”
El arquero aseguró que “en Boca se está sufriendo demasiado” para ganar títulos. “No fue la noche soñada”, relativizó.
“En Boca se está sufriendo demasiado. Llevo muchísimos años en el club y conozco la presión que existe. Se sufre mucho y a veces parece que me sacan años de profesionalismo”, afirmó Roberto Abbondanzieri, la figura de Boca en la conquista de la Copa Sudamericana. El arquero insistió en que el éxito alcanzado “es merecido” porque en los últimos tiempos “se está sufriendo muchísimo y hay demasiada presión”. El arquero había anticipado, en la medianoche de ayer, que pensaba retirarse a fines de 2006. “Mi pensamiento, de ahora en más, es poder estar en el Mundial –había señalado–. Juego un año más y listo, en 2007 ya está, fue un año muy complicado y sufrí mucho. No quiero sufrir más, si no tengo otras ofertas me retiro”, afirmó cuando todavía no se habían acallado los festejos en el vestuario boquense. “En el arco teníamos a King Kong”, lo elogió el presidente de Boca, Mauricio Macri.
“El fútbol argentino es el mejor del mundo, pero también es el que más se sufre y donde hay mucha injusticia. Por eso el cansancio mental. Ahora quiero disfrutar en Boca, pero con tranquilidad”, aclaró. El arquero añadió que “en Boca siempre tenés que estar diez puntos”, recalcó que se siente “un poco cansado de luchar” y de que su familia “escuche cosas que no son ciertas”.
Abbondanzieri manifestó que en Boca se siente “muy bien, cómodo”, porque tiene a toda su familia que lo respalda, pero recalcó que “es jodido jugar en Boca. Muy jodido. Estoy cansado. Fue un año duro, no tuve vacaciones. El tema de mi convocatoria a la Selección fue importantísimo, pero se generaron muchas críticas que creo no me las merecía”, se quejó el arquero, que lleva ganados 13 títulos con Boca.
Respecto del último penal, Abbondanzieri contó que tras patear y convertir el gol salió corriendo hacia el lugar de la platea donde se encontraba su padre para dedicárselo y regalarle el buzo de arquero. “La verdad es que yo tenía miedo de que mi viejo se descompusiera”, relató el futbolista nacido en la localidad santafesina de Bouquet, que siente pasión por los automóviles de carrera y piensa dedicarse plenamente a ese hobby cuando abandone el fútbol, lo que podría suceder el año próximo.
“Mi papá está operado del corazón. La intervención fue hace poco tiempo, y cuando se produjo la definición por penales, yo les hacía señas a mis familiares que lo cuidaran, porque ya sabemos que esas circunstancias son para sufrir.”
Abbondanzieri volvió a repasar la secuencia del último penal. “Ya había arreglado con el Coco que si había un sexto penal lo iba a patear yo. Por eso me sorprendí cuando lo vi venir al negro Hugo Ibarra con la pelota en la mano dispuesto a tirar”, reveló Abbondanzieri, que volvió a pedirle permiso a Basile, habló con Ibarra y se dispuso a ejecutar la pena máxima, como ya le había hecho una vez al Sao Caetano, en la cancha de Racing, en las semifinales por la Copa Libertadores de 2004.
“La verdad es que no pensábamos llegar al sexto penal. Pensamos que podíamos ganar el partido porque teníamos más equipo que Pumas, pero en un momento se complicó todo y hubo que ir a esa definición”, advirtió. En el vestuario, el formoseño Ibarra le comentó, en pleno festejo, que quería patear el penal porque era el cumpleaños de su madre y pensaba dedicarle el gol del triunfo.
El arquero aseveró que cuando caminó hacia el lugar del disparo ya tenía pensado adónde rematar la pelota y hasta supuso que el arquero Bernal se iba a mover hacia un costado. “Yo sabía que el arquero se iba a jugar a la lógica, a que lo cruzara. Por eso le pegué con todo, ya que la única cuestión era meterla en el arco”, rememoró.
Respecto de la ronda de penales, el arquero opinó que el que le tiró Bruno Marioni fue el más difícil “porque amagó mucho antes de patear” y el que le desvió a Joaquín Beltrán fue su mejor atajada. “Hace mucho tiempo que no sacaba un penal así, tan violento”, se entusiasmó.
“No fue la noche soñada, porque nosotros pensamos ganar el partido y no ir a una definición por penales, que siempre es angustiosa. Además,físicamente llegamos con lo justo”, añadió. “Lo veía a Bilos, sobre todo en el segundo tiempo, que corría y parecía que sólo le faltaba el cajón, porque estaba muerto físicamente. Fue una gran exigencia la que tuvimos, pero ganamos y eso es lo que importa”, aseveró.