Diego Maradona fue internado anoche en el sanatorio Güemes, aquejado por una descompensación, aunque miembros de su familia aseguraron que se debía a un “chequeo programado”. Se esperaba que el astro, cuyo aspecto físico había desmejorado en las últimas semanas, viajara esta semana a Suiza para realizar un tratamiento, pero un malestar durante la tarde motivó la decisión de su familia y de su médico particular, Alfredo Cahe, de internarlo en Buenos Aires. Decenas de fanáticos se congregaron en el ingreso del sanatorio, preocupados por la salud de su ídolo.

“El paciente Diego Armando Maradona ha ingresado al sanatorio para que se le realicen estudios complementarios debido a una descompensación sufrida esta tarde. Este inconveniente no está relacionado a la adicción a las drogas peligrosas”, rezaba el comunicado emitido ayer por el centro asistencial una hora después de la internación.

Maradona ingresó en el sanatorio a las 21.41 de anoche, por una puerta lateral, mientras su mujer, Claudia Villafañe, y sus hijas, Dalma y Giannina, lo hacían por la puerta principal. Desde dos horas antes, Cahe se encontraba en el lugar preparando, junto a los médicos del sanatorio, las dos habitaciones del piso 13 en las que el astro quedó alojado.

En ese momento, Maradona permanecía en su casa paterna de Villa Devoto. Cuando los familiares de Maradona observaron por televisión la repercusión que la noticia de su internación estaba alcanzando, comenzaron a debatir sobre la conveniencia de llevarla a cabo efectivamente. La decisión fue tomada por unanimidad, con el consentimiento del propio Maradona.

La semana pasada, Cahe había defendido públicamente la internación en Suiza “algo como unas vacaciones, que salga un poco del país para escaparse de los amigos y el entorno”. El médico aseguró entonces que “desde hace un año y medio” que su paciente no consume drogas.

Maradona ya había estado internado la semana pasada durante 48 horas en una clínica, adonde llegó acompañado por su entorno con el objetivo de controlar un exceso de alcohol. Ese corta internación consiguió ser mantenida en reserva. Ayer se habría intentado volver a ese lugar, pero los profesionales recomendaron que se recurra a una institución especializada en eseproblema. Más tarde, los allegados al ídolo consiguieron que fuera aceptado en el Güemes.

La rápida y buena recuperación que observó Maradona luego de que se le realizara un by-pass gástrico en el exterior “hizo que se confiara un poco y cayera en algunos excesos menores (comida y bebida) que, sin embargo, lo están perjudicando ahora”, dijo un integrante de la familia Maradona citado por la agencia Telam.

Otras versiones aseguran que la internación estaba programada desde hace unos días como paso previo al tratamiento en Europa. Sin embargo, no faltó el rumor que señalara que la indisposición de Maradona había tenido lugar en el aeropuerto de Ezeiza, donde el astro se embarcaba rumbo a Suiza.

Inclusive, un informe que circuló esta semana indicaba que Maradona, además de fumar cuatro habanos por día, cometía continuos desajustes en su alimentación, que lo habían llevado a tener un sobrepeso preocupante.