El árbitro Saúl Laverni, de polémica actuación en el primer partido del triangular que San Lorenzo le ganó a Tigre, calificó su actuación con “seis o siete puntos” y afirmó que “no modificaría ningún fallo” de los que tomó en ese encuentro, defendiendo su arbitraje. Laverni consideró que hizo “un buen trabajo” pese a que recibió críticas de parte de ambos equipos: desde San Lorenzo porque no les cobró dos penales y por haber sido permisivo con jugadores que merecían la tarjeta roja, y desde Tigre porque consideraron que inclinó la cancha con los pequeños fallos. “No modificaría ningún fallo del partido. Yo muero con la mía”, sentenció Laverni, quien consideró que jugó para “seis o siete puntos”. Sobre la acción en la que Daniel Islas parece cometerle penal a Gonzalo Bergessio, indicó: “El arquero se jugó la vida y esta era una final que se juega con dientes apretados”. En diálogo con TyC Sports, Laverni también se defendió ante una consulta sobre los roces que pasó por alto durante el juego al enfatizar que “era una final” y pensó que “podía poner el límite de las tarjetas un poco más arriba de lo que se suele poner”.