“Nos encontramos a David (Casteu) tirado en el suelo. Se topó con una gran polvareda en un barranco. Le dolía mucho la pierna. Me quedé unos minutos con él hasta que llegó un helicóptero y un equipo médico en una 4x4. Después de verlo así, no se puede reanudar la prueba con el mismo ánimo.” El relato de David Fretigné describe con crudeza el abandono del francés Casteu (foto), uno de los animadores del Dakar entre las motos. El piloto de la Sherco sufrió la fractura de la pierna derecha. “Es difícil mantener la concentración durante 480 kilómetros de especial –se quejó Fretigné–. Bastan dos segundos de despiste y enseguida te topás con una piedra, un barranco o sufrís una caída.” Otro que sufrió, aunque nada tan grave, fue el español Marc Comá: se le rompió la goma trasera y tuvo que esperar media hora a que uno de sus compañeros, el italiano Luca Manca, le prestara la rueda trasera de su moto... “No sé qué he hecho mal para merecer esto –se lamentó Comá–. Un día me penalizan, otro día el motor, hoy reventé una rueda.” Con tantas alternativas, la victoria en la etapa fue para el local Francisco “Chaleco” López (Aprilia), que dijo que en su país la suerte le sonríe “y hasta la nafta es mejor”. Su victoria compensó la polémica que existe en el país hermano por el subsidio de un millón de dólares otorgado por el gobierno de Michelle Bachelet al piloto Carlo De Gavardo para que corriera un Hummer. De Gavardo tuvo un problema con el embrague en Catamarca y llegó remolcado a Chile, donde la Secretaría de Turismo le pide que exhiba su auto al final de cada etapa. López está segundo, a 37m del líder Cyril Despres, para quien “este Dakar es mucho más complicado que el del año pasado”. Los mejores argentinos en la especialidad son Rodolfo Bollero (34º), Pablo Busin (57º) y Julio Quiroga (60º).