Luego de la victoria ajustada ante Nigeria, más apretada en el marcador que en el desarrollo, la Selección Argentina buscará su segunda victoria en el Grupo B de la Copa del Mundo cuando se enfrente a Corea del Sur en Johannesburgo. Los tres puntos encaminarían la clasificación a los octavos de final, e incluso podrían garantizarla si luego Grecia no derrota a Nigeria en el segundo encuentro del día. En relación al equipo que ganó en el debut, el entrenador Diego Maradona sólo hará una variante, casi obligada, que será el ingreso de Maxi Rodríguez por Juan Sebastián Verón, cuidado para que se recupere de su sobrecarga muscular.

La actuación del debut dejó a Maradona más conforme de lo que se suponía y de lo que había expresado en sus primeros contactos con la prensa tras el juego. Por eso, ratificó a los mismos jugadores que actuaron contra Nigeria, aunque no podrá repetir el equipo por una cuestión médica: la contractura que sufrió Verón podría agravarse, por lo que el técnico optó por preservarlo para los futuros partidos. Esa circunstancia le abrió un hueco a Maxi Rodríguez, en el mismo cambio que Maradona ensayó en el segundo tiempo ante el conjunto africano tras la molestia del mediocampista de Estudiantes.

Más allá de que los otros diez jugadores sean los mismos, el ingreso de Maxi supone un ligero cambio de esquema. Como el jugador del Liverpool se mueve como un típico volante por la derecha, Javier Mascherano se parará como único mediocampista central. Y Jonás Gutiérrez, que en el estreno se desdobló como lateral y como volante por ese lado, ahora se moverá más como marcador de punta típico. Con ese tándem, Maradona pretende reforzar la zona que más sufrió en el partido inicial.

Para la línea ofensiva, el entrenador quiere mantener la estructura, con Lionel Messi moviéndose con libertad por todo el frente de ataque, secundado por Carlos Tevez, y con Gonzalo Higuaín como única referencia en el área. En ese aspecto, lo único que quiere cambiar Maradona es la efectividad frente al arco rival, el principal déficit en el debut.

La tranquilidad para Argentina tiene que ver con que un triunfo le puede dar el pasaje a la siguiente ronda, algo que sólo impediría una victoria de Grecia ante Nigeria. En cambio, un triunfo o un empate ante los africanos ya aseguraría el pasaje a los octavos, con la posibilidad de cuidar jugadores y físico en el último encuentro ante Grecia.