El llamado período protegido que los dirigentes de Banfield no invocaron públicamente para retener a Walter Erviti es de tres años en el caso de jugadores menores de 28 años y de dos cuando superan esa edad. Está previsto en el artículo 17 del Estatuto y Transferencias de Jugadores de la FIFA y al que se aferra la FIFpro (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales) pero para hacerlo valer con argumentos que Boca no cumplió para contratar al volante marplatense. Los sindicalistas acusan a la ECA (la poderosa Asociación de Clubes Europeos) de ignorar el artículo y formar un cartel para impedir que los jugadores rescindan un contrato toda vez que hayan finalizado el período protegido. El caso más famoso en que se enfrentaron la FIFpro y la ECA por la norma fue el de Franck Ribéry, integrante del Bayern Munich, quien hace unos años quiso abandonarlo para integrarse al Real Madrid. Su período protegido había terminado, pero el club alemán le impidió alejarse. Igual, no son muchas las ocasiones conocidas en que se penalizó a un jugador por violar el artículo 17. El 15 de febrero de 2006, la FIFA multó al francés Philippe Mexes con 50 mil francos suizos por irse en 2004 del Auxerre a la Roma. También suspendió a su agente Olivier Jouanneaux por seis meses. El caso que sentó precedente fue el de Andy Webster, quien abandonó al humilde Heart of Midlothian, un club de la liga escocesa, para sumarse al Wigan inglés. El TAS, un tribunal arbitral, obligó a pagar al equipo de la Premier League una compensación por el período incumplido del contrato.