Aldo Pedro Poy y Mario Kempes, dos de los mayores ídolos de la historia de Central, se sumaron ayer a los cuestionamientos contra el árbitro Diego Ceballos. “Lo que más molesta es la impunidad”, se quejó Poy. Kempes, por su parte, disparó contra el arbitraje argentino y los trató de “ladrones”. “La culpa no la tiene Boca. Felicidades a Central por el trabajo realizado este año”, escribió en su cuenta de Twitter. Por su parte, Cristian “Kily” González, otro referente de Central, que también jugó en Boca, apuntó: “De lo que vio todo el mundo hay un montón de palabras que se pueden poner: vergonzoso, sucio, lamentable, triste”, manifestó el Kily, quien estuvo presente en el estadio. “Hubo algo turbio, sin ninguna duda. No se puede dibujar absolutamente nada”, disparó.