Por Diego Bonadeo

A Boca le alcanza con el empate en Japón. Sí, le alcanza para ir al alargue. Y el alargue, más casi siempre que casi nunca, es a suerte y verdad. Aunque más suerte que verdad, lo que ha sido muchísimas veces una de las características de los equipos que han tenido como director técnico a Carlos Bianchi.
O porque le alcanza con el empate, o porque en las apuestas Milan va de banca y Boca de punto, o simplemente porque así es, por estas horas, aun sin haberse anticipado la formación definitiva para la resolución de la Intercontinental, pareciera que Iarley es el único confirmado entre los “delanteros”. Las comillas no son un error de tipografía, ni un fallido freudiano. El brasileño fue, desde que llegó a Boca y hasta ahora, uno de los principales responsables de las dosificadas cuotas de buen fútbol que ha tenido Boca por estos tiempos. El otro titular sería Guillermo Barros Schelotto, jugador imprescindible si los hay. Y parece que Tevez esperaría en el banco como si no fuera otro de los imprescindibles. No puede entenderse –a menos que los hechos lo desmientan, esto es el domingo del partido y en la cancha– que Tevez, Iarley y el Mellizo no compartan la formación inicial de Boca.
Como Bianchi es cualquier cosa menos ingenuo, tambien puede que haya dejado filtrar información equívoca y que luego aparezcan los tres juntos de entrada, como para que estas líneas y varias otras –escritas y dichas– queden desautorizadas.