El capitán del seleccionado argentino, Lionel Messi, intensificó ayer su labor en la última práctica del plantel en la ciudad californiana de San Clara, antes de partir viaje a Chicago, donde el viernes disputará el partido ante Panamá, por la segunda fecha del Grupo D.

El futbolista de Barcelona, que estuvo ausente en el debut con Chile (2-1), mostró una evolución del golpe intercostal sufrido en un amistoso ante Honduras, el pasado 28 de mayo, al calzarse los botines y ejercitar con la pelota como parte de un entrenamiento diferenciado.

Su rutina se complementó con estaciones de elongación junto a los kinesiólogos y luego con piques cortos al costado del campo, mientras el resto del plantel trabajaba desdoblado en grupos.

Con la recuperación evidenciada, Messi estará muy probablemente a disposición del entrenador Gerardo Martino para jugar el segundo partido en la competencia, que de ganarlo, dejará al equipo con un pie y medio en la segunda ronda.

Los jugadores que participaron de la victoria ante Chile hicieron ejercicios regenerativos y los que no, un ensayo de fútbol reducido que tuvo como novedad la presencia del mediocampista Javier Pastore y el delantero Ezequiel Lavezzi, ya repuestos de sus respectivas molestias musculares.

En tanto, el mediocampista Lucas Biglia continuó con la rehabilitación de su desgarro en el aductor izquierdo, que no le permitirá jugar en toda la fase inicial.

Después del entrenamiento matutino, el plantel regresó a la concentración para almorzar y quedar a la espera del viaje a Chicago, que se producía anoche.