–¿Qué significó Independiente en su carrera?
–Para mí fue lo más importante que pudo haberme pasado. Cuando llegué a este club tenía 21 años y venía de jugar en Defensor, un equipo chico del fútbol uruguayo. Y que se fijaran en uno hace 35 años, cuando las comunicaciones no estaban tan difundidas como ahora, para mí siempre significó un motivo de orgullo, sobre todo porque me llevaron después de que gente vinculada al club diera su consentimiento tras haber viajado a Uruguay para verme jugar. Además, llegar al Independiente de aquellos años significaba un gran prestigio. El día que firmé mi primer contrato en esta institución sentí que me había asegurado el futuro, y el tiempo me dio la razón.
–¿Recuerda algún partido en especial?
–Sí, el que jugamos en 1975 por la Copa Libertadores frente al Cruzeiro, estábamos obligados a ganar por más de tres goles de diferencia para poder jugar la final. Fue a cancha llena y ganamos 3-0. Fue el día que más gente vi en el estadio de la Doble Visera. Había un marco espectacular.
–¿Qué le diría al hincha como mensaje en este centenario?
–Lo único que tengo para con el hincha es un agradecimiento total. Y lo que le diría es que no pierda la fe. Si todos nos unimos, podemos volver a ser lo que alguna vez fuimos.