–¿Qué representa usted en la vida de Independiente?
–La verdad es que nunca me puse a pensar qué es lo que significó para este club. Mucha gente a lo largo de estos años me manifestó su cariño, pero la verdad es que soy yo quien más agradecido tiene que estar. Independiente es el primer trabajo que tuve, a veces comparo mi paso por este equipo con el de esos empleados que trabajan 20 o 30 años en una fábrica o en un banco. Aunque parezca falsa modestia, Independiente me dio más a mí de lo que yo le brindé.
–Integró muchos equipos en sus casi 20 años de trayectoria con la camiseta roja, ¿con quién se entendió más a lo largo de esos años dentro de la cancha?
–Cuando empecé me llevaba muy bien con Daniel Bertoni (foto), pero después, en los ’80, integré un gran mediocampo con Giusti, Marangoni y Burruchaga. Cuando estábamos bien, con ese equipo le ganábamos a cualquiera. Y al final me entendí mucho con Rubén Insua. Pero un jugador que siempre admiré y respeté, aunque jugaba en un puesto totalmente distinto, fue Hugo Villaverde, que desde atrás siempre nos salvó, y además era un gran compañero.
–¿Con qué expectativas vive el retorno de Menotti por tercera vez a Independiente?
–No dudo de la capacidad del Flaco, pero habrá que ver los jugadores que tiene a su disposición. Me parece que milagros no puede hacer nadie. Este año, Independiente va a sufrir mucho la falta de Federico Insúa, vamos a ver a quién traen para reemplazarlo.