DEPORTES
• SUBNOTA › DENUNCIA DE LOS DIRIGENTES DE QUILMES
“Esto fue un complot armado”
El presidente de Quilmes, Daniel Razzetto, se mostró asombrado por la dimensión que tomó el caso Desábato. “Ya alcanzó niveles diplomáticos y hasta intervino el canciller Rafael Bielsa. Es una vergüenza lo que está ocurriendo. Desábato está incomunicado como si fuera el asesino serial de negros de Massachusetts, cuando en realidad es un pobre muchacho que tiene a la mujer embarazada sufriendo en Buenos Aires”, expresó Razzetto, quien opinó que la detención fue orquestada por el club brasileño.
“Esto es un complot. Estaba todo armado por esta gente de San Pablo. Resulta que a Desábato lo detuvieron porque Grafite lo acusó de haberle dicho ‘negro’ y presentó dos testigos que aseguraron haberle leído los labios por televisión a nuestro jugador. Es de locos”, enfatizó el dirigente quilmeño. “Grafite hizo problemas acá en Quilmes, cuando acusó a los hinchas de gritarle negro. Y siguió haciendo declaraciones en la semana, anunciando que ayer iba a utilizar una pulsera antirracismo y que si hacía un gol lo iba a festejar comiendo una banana –continuó relatando el dirigente–. Entonces Desábato le dijo que se metiera la banana en el culo. Y ahora resulta que está preso.”
“Ahora los brasileños hicieron de esto una causa nacional y hasta hay ONG por los derechos humanos que piden para Desábato prisión y sanciones ejemplarizadoras. Es increíble. Sentimos una gran indefensión”, remarcó Razzetto, ayer desde Buenos Aires.
En tanto que, desde San Pablo, el vicepresidente de Quilmes, José Luis Meiszner, aseguró que el plantel del equipo cervecero permanecerá en esa ciudad brasileña hasta que Desábato sea liberado. “Nos hemos quedado aquí (en San Pablo) porque éste no es un viaje turístico, sino el de una delegación deportiva que vino a competir y debe volver completa”, explicó Meiszner, además integrante del Comité Ejecutivo de la AFA.
También se mostró en desacuerdo con la detención de Desábato el entrenador del equipo, Gustavo Alfaro, quien responsabilizó a los jugadores del San Pablo de haber montado “una farsa”. “Lamentablemente terminamos siendo cómplices de algo que nos pone mal. Creo que montaron una farsa”, comentó Alfaro y luego, agregó: “A uno le asombra la denuncia. El jugador de Quilmes no le dijo ‘negro de mierda’. Y los testigos son dos televidentes que dicen que le leyeron los labios”.
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