El abogado Marcelo Parrilli interviene poco en la vida política de River, pero cuando lo hace, deja su huella. Así ocurrió con una iniciativa propia que llevó ante la Inspección General de Justicia para saber si los genocidas Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Orlando Ramón Agosti eran, aún bien entrada la década del ’90, socios honorarios del club. El 24 de abril de 1997 fueron expulsados los tres porque el diputado nacional Alfredo Bravo –otro socio comprometido– fogoneó la misma idea que redactó en un proyecto el por entonces vocal del club José María Aguilar.

Hoy, el candidato a legislador por el MST en la Capital Federal y ex integrante en la lista del abogado Daniel Kiper en el último comicio riverplatense compara a Aguilar con el ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra: “Digo que me hace acordar a Ibarra, porque es de esas personas que se cree progresista por lo que dice y no por lo que hace”.

Su experiencia como letrado de las familias de los hinchas de River, Walter Vallejos y Angel Delgado, asesinados por la barra brava de Boca el 30 de abril de 1994, le permite ir a fondo sobre el tema de la violencia que se enseñoreó en el club: “Este es un momento de descontrol generado por ese monstruo que crearon las sucesivas dirigencias de River. El día en que Aguilar ganó las elecciones en diciembre de 2005, cuando se cerró el comicio, el gimnasio de básquetbol donde se votaba fue copado literalmente por la barra. Hubo un grupo que lo sacó a puteadas a Ramón Díaz, que había apoyado a la lista de David Pintado”.