Robert Christopher Smith, o el ministro “Chris” Smith, ahora conocido como Lord Chris Smith, Barón de Finsbury, 56 años, ex secretario de Estado de cultura, medios y deportes del Reino Unido, 1997-2001, ostenta una serie de actividades que lo instalan en la primera línea de la actividad cultural británica. Autor de “Gran Bretaña Cultural”, un informe sobre el estado de la actividad en su país, y el estudio más severo, “El suicidio de Occidente”, donde advierte que la destrucción de Europa occidental no va a ser causada por el terrorismo internacional sino por la creciente pobreza y las hambrunas en distintos lugares del mundo globalizado. A Buenos Aires llegó invitado por el British Council para entrevistarse con personalidades de la cultura en momentos en que aquí se habla cada vez más de una “ley de mecenazgo”.

Educado en Escocia, en la universidad de Harvard y en la de Cambridge, en Inglaterra, Smith comenzó su vida política en los años ochenta. Primero, como concejal por el laborismo a partir de 1983, luego como miembro de la cámara de los Comunes (diputados) por el laborismo. En esta función, en 1984, hizo historia como el primer diputado que se declaraba homosexual al anunciar “Yo soy gay” en una reunión sindical en la ciudad de Rugby, donde había viajado para defender a dos empleados que iban a ser despedidos por ser homosexuales. Hasta ese momento la mera sospecha de homosexualidad conducía al escándalo, la humillación y la renuncia.

Es actualmente profesor en la universidad de Londres, fue ascendido a Lord en 2005 y actualmente preside una fundación dedicada al entrenamiento de “dirigentes de la cultura”, cuyas experiencias se describen en este diálogo.