La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó ayer el acto en el que se firmó el contrato para la obra de soterramiento del corredor ferroviario Caballito-Moreno del Ferrocarril Sarmiento, que demandará una inversión total de 3000 millones de dólares. La obra, que se llevará a cabo en tres etapas, prevé la construcción de 32,6 kilómetros de túneles y contará con 15 estaciones ubicadas debajo de la actual traza. Las etapas son Caballito-Liniers, Liniers-Castelar y Castelar-Moreno, con financiamiento exclusivo del Estado en el caso del primer tramo.

Cristina calificó a la obra de “estructural para la ciudad de Buenos Aires, no sólo por el monto, sino por la transformación en la trama urbana, porque la ciudad está partida en dos por el Sarmiento”. “El monto de la obra, de 1000 millones de dólares por etapa, es importante por lo que significará para mejorar la calidad de vida de la gente y facilitar el tránsito y no partir a la ciudad como hasta ahora”, remarcó la jefa del Estado. Dijo que el soterramiento de la línea Sarmiento “es la obra más importante, creo, en la historia de nuestra querida ciudad de Buenos Aires”.

El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en cuya jurisdicción se realizará la primera parte de esas obras, no estuvo presente en la quinta presidencial y mandó al ministro de Transporte en su representación, aunque Fernández de Kirchner aclaró dos veces que había sido invitado. Cristina aclaró que “esta no es la cuarta vez” que se anuncian las obras, sino antes hubo actos administrativos vinculados con esta licitación pública internacional. Precisó que “nunca se presentan las obras tres veces”, para luego detallar que “en febrero de 2007 se llamó a licitación, en agosto del mismo año se recibieron las ofertas y al mes siguiente se abrieron las ofertas”.

El contrato de ejecución fue firmado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, en representación del Estado nacional, con las autoridades del Consorcio Nuevo Sarmiento conformado por las firmas Iecsa, Obedrecht y Ghella. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la única oradora del acto que reunió al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; los embajadores de Brasil e Italia, Mauro Vieira y Franco Frattini; ministros, empresarios, sindicalistas y trabajadores ferroviarios.

En cuanto a la financiación señaló que por la magnitud de la obra se había pensado en la convocatoria de capitales internacionales, “y también por la alta capacidad de repago que ésta tiene por los terrenos que quedan liberados una vez concluida la obra”. Cristina justificó el uso de fondos previsionales en poder de la Anses –tras el fin del negocio financiero del sistema de AFJP– para cubrir “las dificultades” generadas por la crisis internacional. “Dificultades en el ámbito de las finanzas internacionales, conocidas por todos, obligaron a replantear el capítulo de financiamiento, y es así que se la decide financiar a través de la Anses”, remarcó. La obra fue adjudicada a principios de año, pero su ejecución quedó en suspenso debido a la crisis internacional, ya que se esperaba contar con préstamos de los bancos Credit Suisse y Defpa, pero la Presidenta argumentó que ello llevó a “replantear el financiamiento”. El Estado destinará 1000 millones de dólares, con fondos procedentes de la Anses, para comenzar la obra de soterramiento de la línea del ferrocarril Sarmiento. Justificó esa decisión en que “en otros tiempos, a las AFJP se les daban acciones o títulos que hoy valen la décima parte. Hoy, en cambio, vamos a otorgar activos fijos, terrenos, que cada vez van a valer más porque es un bien escaso”.

La mandataria también destacó que estos trabajos que beneficiaran a más de 10 millones de pasajeros habituales de la Línea Sarmiento “demandarán unos 10.000 puestos de trabajo en forma directa e indirecta”. La construcción de los túneles para el tendido subterráneo de las vías del Sarmiento que comenzaría al promediar el 2009 se realizarán “sin suspender la prestación del servicio” (ver aparte). La primera etapa de la obra comprende el soterramiento de la traza entre las estaciones Caballito y Liniers, con una longitud de 9200 metros de túnel, una inversión de 3367 millones de pesos, incluido el IVA y un plazo de ejecución de 36 meses.

La segunda etapa, desde la estación Ciudadela hasta Castelar, con una longitud de 9400 metros de túnel, más sus rampas asociadas; y la tercera, desde Castelar a Moreno, con 14,100 kilómetros de metros de túnel, más rampas asociadas. Están previstas la renovación de la infraestructura de electrificación, señalización y control de trenes, así como la instalación de los sistemas antiincendio y de evacuación que exigen las normas internacionales para este tipo de proyectos. Entre los miembros del consorcio ganador está la italiana Ghella, de vasta trayectoria en este tipo de obra, ya que participó en la construcción del tren Transiberiano, subterráneos de Francia, España, y en Venezuela, los metros de Caracas y Valencia y el soterramiento de un tren suburbano de 40 kilómetros, de características similares a la obra del Sarmiento.

La Presidenta subrayó que “es la obra más importante que se va a hacer en la Capital con el dinero de todos los argentinos” y bromeó que “seguramente algún gobernador se quejará” porque los porteños son los argentinos con mayor ingreso per cápita del país. De cualquier forma, sostuvo que “estamos orgullosos de poder hacerlo” y subrayó las ventajas de seguridad vial y de calidad de vida que implicará el proyecto.