ECONOMíA
› NUEVO RECLAMO DEL GRUPO CAIRNS A DESARROLLADOS
Tiro por encima de la barrera
› Por Tiro por encima de la barrera
El grupo Cairns volvió a reclamar una reforma radical del comercio internacional. La demanda apuntó al doble discurso de las economías más desarrolladas, en especial la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, países que, mientras reclaman el libre comercio para sus manufacturas y servicios, transfieren fuertes subsidios a su producción agrícola, con lo que distorsionan los mercados internacionales. A estas transferencias, que en el 2001 alcanzaron los 310 mil millones de dólares, los países centrales suman también una batería de medidas arancelarias y paraarancelarias. El dato nuevo es la amenaza de los exportadores agrícolas de no participar en las discusiones que le interesan al mundo desarrollado si previamente no se da respuesta a sus demandas.
Luego de la reunión de cuatro días realizada en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el grupo Cairns, que reúne a 18 países exportadores agrícolas -entre ellos la Argentina, Brasil, Australia y Canadá–, emitió un comunicado en el que advirtió que la falta de respuesta a sus demandas puede hacer peligrar los acuerdos alcanzados en noviembre del 2001 en la última reunión de la Organización Mundial de Comercio en Doha, Qatar. Según dijo a este diario el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Martín Redrado, este párrafo fue incluido a instancias de la Argentina.
La presencia del representante de Comercio estadounidense, Robert Zoellick, no fue suficiente para evitar los reclamos hacia su país, pero sí para que se enfatice más sobre las actitudes de Europa y de Japón. De las tres demandas centrales del Cairns –la eliminación de los incentivos a las exportaciones, de las barreras arancelarias y paraarancelarias y de la eliminación a los subsidios internos–, Estados Unidos, en su enfrentamiento con la UE, comparte las dos primeras.
Además de estas exigencias de reducción progresiva real de las subvenciones, el grupo Cairns afirmó que “ha llegado el momento para el liderazgo político por parte de aquellos países donde se precisan realizar ajustes más significativos”. Este liderazgo debe ser impulsado “por el reconocimiento de que es una de las últimas oportunidades que los miembros de la OMC tienen para corregir las desigualdades profundas en el sistema internacional de comercio”. El documento señala que “no se ha avanzado hacia la reducción real de la subvención y protección masiva”. Por ello, en caso de que sus demandas fueran desoídas, “todo el proceso de Doha se pondrá en riesgo”.
El presidente del grupo Cairns, el ministro de Comercio de Australia, Mark Vaile, mostró su preocupación porque algunos países desarrollados “clave” no parecen tener intención de realizar una reforma a fondo de sus agriculturas. Durante la reunión quedó claro que las subsidios y el proteccionismo en los países desarrollados excedió los límites impuestos por la OMC, al situarse sobre los 310 mil millones de dólares en el 2001.