Tanto representantes de la banca local como internacional reaccionaron, en general, positivamente ante el resultado del primer tramo de canje de los préstamos garantizados anunciado por el Gobierno el miércoles. El juicio favorable se extendió al mercado de títulos, donde los papeles de la deuda argentina observaron una mejora promedio del dos por ciento. La reprogramación de vencimientos, por el alto nivel de adhesión, superó las estimaciones iniciales en cuanto a la postergación de pagos para este año. Los especialistas estimaron que, sólo en los dos primeros años, la reprogramación de deuda va a generar un desahogo financiero de 3000 millones de dólares. La presidenta de la Nación, Cristina Fernández, destacó ayer que “éste no es un beneficio para el Gobierno, sino para toda la población, porque es más plata disponible que se destinará a obra pública, gastos sociales y otras asignaciones en beneficio de toda la comunidad”.

Los analistas de dos de los bancos más estrechamente ligados a los centros de poder financiero, Credit Suisse y Barclays Bank, pusieron énfasis en señalar el impacto que tendrá el canje en el objetivo de permitir el financiamiento de los gastos del Estado. “Argentina ha resuelto su problema de refinanciamiento para este año y tal vez para el próximo”, dijo Igor Arsenin, estratega de mercados emergentes de Credit Suisse en Nueva York. Por su parte, la economista de la misma firma Carola Sandy señaló en un reporte que espera que la participación de inversores extranjeros sea “relativamente alta” cuando el Gobierno abra este tramo. De acuerdo a lo previsto, en los próximos días se relanzaría el canje para los tenedores de préstamos garantizados del exterior.

El Barclays es uno de los bancos que intervendrá como asesor en este tramo internacional, junto al Deutsche y Citibank. Economistas locales del Barclays destacaron que el canje “indica que las autoridades buscarán transacciones a través del mercado, en lugar de moverse hacia reestructuraciones poco amistosas”.

José Siaba Serrate, especialista en mercados financieros, consideró que “conseguir despejar el horizonte a una tasa fija de 15,4 por ciento, es bastante conveniente para el Gobierno porque le permite ocuparse de otros temas dentro del programa financiero”, en referencia a las condiciones de financiación de los nuevos bonos para su primer año. “La operación es oportuna. Viene a generar un desahogo financiero de 3000 millones de dólares para los próximos dos años, en títulos que provenían de los años 2000 y 2001 cuando se había hecho el famoso megacanje de la época de la Alianza”, aseguró el economista senior de la Universidad Nacional de San Martín, Enrique Dentice.

Para el presidente de la Asociación de Bancos de capital argentino (Adeba), Jorge Brito, el éxito que el Gobierno obtuvo en el canje de los préstamos garantizados “demuestra la confianza del sistema financiero y de seguros en la política económica”. Añadió que el canje también denota “un manejo responsable de la deuda pública y una ratificación de la capacidad de pago del país, incluso con estos préstamos garantizados inoportunos que no habían sido una decisión feliz de política económica en el año 2001”.

El importante nivel de aceptación que tuvo del canje de deuda potenció la suba de los bonos en la Bolsa porteña, donde las distintas emisiones quedaron con una suba promedio del 2,1 por ciento. El Boden 2012, uno de los títulos más buscados, avanzó 0,96 por ciento y la emisión 2013 quedó 0,49 arriba. El de mejor performance fue el Bogar 2018 con un salto del 4,72 por ciento.