ECONOMíA › LA PRODUCCIóN INDUSTRIAL BRASILEñA SIGUE DERRAPANDO. PREOCUPACIóN ARGENTINA
La actividad fabril del principal socio del Mercosur sufrió una baja histórica. Riesgo para las exportaciones argentinas.
› Por Tomás Lukin
La crisis está golpeando más de lo previsto a la economía brasileña. En diciembre, la producción industrial del país vecino retrocedió 14,5 por ciento en términos interanuales y 12,4 frente a noviembre. Fue la mayor caída de la historia para este indicador. El sector fabril experimentó su tercer resultado negativo consecutivo, acumulando una caída del 19,8 por ciento entre septiembre y el último mes de 2008. Además, en enero Brasil registró un déficit comercial de 518 millones de dólares tras 93 meses consecutivos de superávit. Argentina es el segundo importador de productos brasileños y Brasil es el principal destino de las exportaciones locales, por eso el Gobierno y los empresarios están siguiendo de cerca y con preocupación la evolución de la economía brasileña.
De los 27 sectores fabriles relevados por el instituto estadístico oficial (IBGE, por sus siglas en portugués), 23 reflejaron caídas interanuales en diciembre. La reducción en la demanda es uno de los principales problemas de las empresas. Las industrias más afectadas fueron la automotriz (-59,1 por ciento), material electrónico y equipos de comunicación (-60,3), plástico y caucho (-31,9) y la metalúrgica básica (-24,5). La utilización de la capacidad instalada y los indicadores de empleo también están mostrando signos de fuerte retroceso. Según datos del Ministerio de Trabajo de Brasil, en diciembre se perdieron 654.000 puestos de trabajo formales como consecuencia directa de la crisis. En la industria se perdieron 273.000 empleos. En relación con noviembre, la caída de la producción industrial fue la peor desde 1991.
Las ramas industriales argentinas más afectadas por la reducción en la producción brasileña y la merma en el intercambio bilateral serán la automotriz y la autopartista. El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain, expresó ayer su “preocupación” por el fuerte retroceso de la industria brasileña. “Cuando le va mal a otro no hay oportunidad, de todas formas es necesario que pasen los meses para tener un panorama más certero”, señaló el titular de la UIA. Pero los efectos ya se están sintiendo en las cuentas externas. La desaceleración en el consumo brasileño golpeará sobre las exportaciones argentinas. El año pasado, Brasil recibió el 37,6 por ciento de las manufacturas de origen industrial (MOI) argentinas. Además, el país vecino fue el destino de una porción importante de manufacturas de origen agropecuario (MOA) y de commodities agrícolas.
Según un informe de la consultora Abeceb.com, “el resultado del balance comercial con Brasil dejó un déficit de 33 millones de dólares en enero, siendo éste el valor más bajo desde que se cuenta con déficit en la relación bilateral”. El promedio del déficit en 2008 fue de 360 millones de dólares mensuales. Pero esta reducción, que se viene repitiendo en los últimos meses, se debe a una fuerte caída en la corriente comercial antes que a una mejora en el desempeño de las exportaciones argentinas. El mes pasado, las exportaciones a Brasil cayeron 46,1 por ciento y las importaciones, 50,8 por ciento.
La preocupación por el reciente déficit comercial podría llevar al gobierno de Lula a instrumentar políticas para prevenir la profundización de esta situación. De hecho, la semana pasada el Ministerio de Desarrollo anunció la ampliación de la cantidad de productos que necesitan solicitar Licencias Previas de Importación para entrar al país. Si bien el gobierno dio marcha atrás con la medida, el gobierno argentino tomó nota de la actitud proteccionista del mayor socio del Mercosur.
Pese al evidente deterioro de los datos macroeconómicos, se estima que el crecimiento del PIB en 2008 será cercano al 6 por ciento, una tasa que la economía brasileña no experimenta desde 1986. Por su parte, la industria terminó el año con un incremento de 3,1 por ciento, cifra muy inferior al 6,4 por ciento que acumulaba hasta septiembre. Para preservar el nivel de empleo y apuntalar la actividad, el presidente brasileño anunció ayer un plan para construir 500 mil hogares en todo el país. Los detalles del proyecto serán presentados en 10 días. “En esta crisis mundial vamos a decirles a los países ricos que cuatro años atrás estaban dictando reglas que hagan lo que nosotros estamos haciendo para recuperar la economía”, disparó el mandatario con un discurso muy similar al de la presidenta Cristina Fernández meses atrás. La meta oficial es financiar un millón de nuevas casas para 2010 y reducir el costo de la financiación. El déficit habitacional de Brasil llega a los 7,2 millones de hogares.
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