Para enfrentar la crisis, el gobierno brasileño decidió incrementar en 61.000 millones de dólares el presupuesto oficial para financiar obras de infraestructura hasta 2010. Los recursos adicionales serán destinados a proyectos en las áreas de transporte ferroviario, como la construcción del “tren bala” que conectará San Pablo y Río de Janeiro, generación de energía, caminos, aeropuertos, hidrovías y redes de subterráneos. En los valores se incluyen también inversiones de la estatal petrolera Petrobras para los nuevos yacimientos petroleros en alta mar. Además anunció un plan para la edificación de 500 mil viviendas en todo el territorio que apunta a reducir el grave déficit habitacional del país.

Pese a que la crisis está pegando fuerte en Brasil, cae la actividad industrial y se desaceleran el consumo y la inversión privada, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, afirmó que en 2009 el producto crecerá 4 por ciento. La evolución del PIB esperado por el gobierno de Lula para este año duplica las expectativas de las consultoras, que estiman una tasa de crecimiento cercana al 2 por ciento. Más allá del optimismo del número, Mantega señaló que esa cifra depende de una serie de factores externos que están fuera del control de Brasil. “Haremos un esfuerzo para que sea lo mayor posible, tenemos condiciones e instrumentos y esperamos que sea el 4 por ciento”, dijo el ministro. Lo que sí aseguró es que no habrá recesión.

“Nuestro mayor interés es que el país no pare”, afirmó la ministra de la Casa Civil, Dilma Rousseff, al presentar la actualización del plan de inversiones del gobierno. La ampliación de las obras previstas en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), iniciado en 2007, se destinará a estimular la generación de empleos y el crecimiento económico del país vecino. “Es una medida anticrisis y un impulso para el crecimiento económico”, expresó Mantega. Lula ordenó a sus ministros acelerar la liberación de recursos para el PAC, ya que el año pasado, el gobierno sólo ejecutó el 10 por ciento de las obras previstas.

Por su parte, el ministro de Hacienda garantizó también que el banco estatal de desarrollo, el Bndes, seguirá facilitando “recursos baratos” para apoyar la inversión privada en este momento de escasez de crédito.