ECONOMíA
› LAVAGNA DESMINTIO QUE EL
ACUERDO CON EL FMI ESTUVIERA A PUNTO DE FIRMARSE
“Todavía hay demasiados puntos abiertos”
Lavagna, quien viajó anoche a Washington, negó que estén dadas las condiciones para cerrar trato y se quejó de que el FMI volviera a presionar para subir impuestos. Le respondió anunciando que estudiaba bajar el IVA para las fiestas de fin de año.
”De ninguna manera mi viaje apunta a firmar un acuerdo y mucho menos a anunciarlo en los próximos días. Seguimos teniendo demasiados puntos abiertos en las negociaciones, que avanzan dificultosamente.” Así, el ministro Roberto Lavagna desmintió que el acuerdo estuviera a punto de cerrarse, como había dicho, entre otros, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof. Más aún, sin mencionarlo, le devolvió la gentileza de crear expectativas desmedidas alrededor del viaje que emprendió anoche a Washington: “Cada cual es responsable de lo que dice, el Ministerio de Economía siempre fue prudente. El resto pregúntenle al que señaló algo distinto”, afirmó. Lavagna reveló que el Fondo volvió a presentar objeciones en el área fiscal, un tema que parecía superado, y sigue presionando para subir impuestos. “No estamos dispuestos a matar la reactivación con una suba de impuestos”, retrucó. Y hasta se dio el lujo de provocar a los funcionarios del FMI. Dijo que Economía estudia dos alternativas de baja de impuestos, que se podrían aplicar excepcionalmente durante noviembre y diciembre, para estimular las ventas de fin de año: bajar el IVA 2 puntos, o bien elevar los reintegros impositivos para la compra con tarjetas de débito del 5 al 8 por ciento. “El gobierno argentino no se va a paralizar mientras no haya acuerdo con el Fondo”, disparó.
Lavagna convocó ayer a una conferencia de prensa, horas antes de partir hacia Washington. La reunión empezó con una serie de anuncios referidos al sistema financiero. La prórroga del segundo canje de bonos por otros 30 días; el aumento de los límites de extracción para personas físicas en caja de ahorro y cuentas corrientes de 1200 a 2000 pesos; y la presentación de un recurso extraordinario por parte del Gobierno ante la Corte Suprema para que, per saltum, resuelva sobre los amparos, frenando su pago (ver aparte).
También que estaban en carpeta otras medidas de estímulo a la actividad productiva. Por un lado, la consolidación de la deuda pública en cabeza del Estado nacional al 31 de diciembre pasado. Según Lavagna, “existe una enorme cantidad de deuda no instrumentada (con proveedores) de administraciones anteriores”. Y ahora se piensa hacer un inventario de la misma para después establecer cómo pagarla. Por otro lado, el ministro reveló que “se están estudiando” dos alternativas de rebaja de impuestos, que, como ya se dijo, podía ser la disminución de la alícuota del IVA, o bien el aumento del reintegro vía débito, algo que en la AFIP ven con mejores ojos. Sea como fuere, lo cierto es que estas medidas estaban aún bastantes verdes en la agenda ministerial, tanto es así que funcionarios claves del equipo económico las desconocían. En este sentido, Lavagna aclaró que serían transitorias, sólo aplicables a los últimos dos meses del año. Pero cuando un periodista le recordó que noviembre ya está empezando, el ministro respondió, sin poder contener una sonrisa: “entonces podrían aplicarse a partir del 15 de noviembre”.
Es difícil no interpretar el anuncio como una provocación a los técnicos del FMI, que siguen presionando impuestos, tal como lo dejó en claro minutos después el propio Lavagna. “Las negociaciones avanzan dificultosamente”, aseguró el ministro, confirmando la información que difundió la oficina de prensa del Ministerio el martes por la noche.
Y puntualizó las diferencias. Del lado del Fondo, en la versión Lavagna, hay inquietud por tres temas:
- El contexto político en el cual se firmaría el acuerdo.
- Cómo se solucionará la cuestión de los amparos, un viejo reclamo.
- Nuevas condiciones fiscales. “En los últimos meses muchos informes del FMI decían que la situación fiscal estaba bajo control. Esto parecía que estaba arreglado. Pero ahora parece que el tema fiscal no está bajo control, según la opinión del Fondo. Ahí ha habido un cambio”, se quejó el ministro.
Del lado de los negociadores argentinos, Lavagna puntualizó los tres temas que todavía mantienen lejana la posibilidad de cerrar trato:
- “No estamos dispuestos a matar la reactivación con una suba de impuestos”, afirmó.
- “No estamos dispuestos a ajustar tarifas del orden del 30 por ciento”, como pretende el organismo.
- “Vamos camino a una liberación cambiaria, pero progresiva”, sostuvo, a diferencia del Fondo, que reclama una desregulación más rápida.
Por si el lector todavía no reparó en el asunto, en este contexto Lavagna lanzó su propuesta de reducir impuestos. Además, ratificó que no piensa reclamarle más ajuste a las provincias, como también exige el FMI. Al contrario, manifestó que si no hubiera acuerdo, entonces podrían liberarse los recursos previstos para pagar intereses al Fondo en el Presupuesto 2003 (unos 1300 millones de dólares) para financiar a las provincias. “Prefiero no abundar en el tema provincias, porque si no hubiera acuerdo todo el esquema de financiamiento se modificaría. Uno dejaría de tener los compromisos de pago (a los organismos internacionales) que ahora prevé”, amenazó. “Pero espero que prevalezca la racionalidad atento a lo moderado de lo que Argentina pide”, agregó, de inmediato.
Así las cosas, Lavagna encarará a partir de hoy, en Washington, el tramo final de la negociación con el Fondo. “No estamos en una metodología de quien recula o pestañea primero”, dijo ayer el ministro, por si alguien se había confundido.
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