Dom 19.07.2009

ECONOMíA  › REPORTAJE AL NUEVO MINISTRO DE ECONOMIA, AMADO BOUDOU

“Tenemos un modelo a prueba de crisis”

Convencido de que el camino elegido es el correcto, anuncia medidas: un Banco de Desarrollo con fondos de la Anses, apoyo de las universidades públicas para restaurar la confianza en el Indec, retirar los bonos con CER del mercado gradualmente. Feletti será viceministro; Blejer, un asesor permanente.

› Por David Cufré y
Roberto Navarro

El nuevo ministro de Economía asegura que está convencido de que debe seguir avanzando con el modelo de desarrollo con inclusión social que planteó la presidenta Cristina Fernández. En una entrevista exclusiva con Página/12, Amado Boudou adelantó que una porción de “los fondos de la Anses se utilizarán para crear un nuevo Banco de Desarrollo”. El funcionario confirmó al primer miembro de su equipo: Roberto Feletti será el viceministro, a cargo de la Secretaría de Política Económica, mientras que Mario Blejer será un hombre de consulta permanente. También señaló que trabajará “con el apoyo de universidades públicas para otorgar mayor credibilidad a los datos del Indec”, tal como anticipó este diario. Ironizó sobre las voces de la city que advierten sobre un posible default en 2010 y reveló que el Gobierno “desandará el camino” de bonos con CER que se lanzaron en su momento. Ir retirando esos títulos del mercado “le quitará presión al problema del Indec”. El ministro puso énfasis en la importancia de mantener el superávit fiscal y discrepó con la idea de la oposición de crear una asignación universal por hijo.

–¿Cuáles son sus prioridades como ministro de Economía?

–Nuestra prioridad va a ser continuar llevando adelante el modelo que venimos desarrollando, que es un modelo de crecimiento con inclusión social. Y, desde el punto de vista de las herramientas, el cuidado del trabajo como el principal ordenador social. En otras épocas había crecimiento, pero al mismo tiempo se llegó a tener un 25 por ciento de desempleo. Vamos a cuidar muy fuerte el superávit fiscal y el superávit comercial, a proteger el empleo formal y el sistema jubilatorio. En definitiva, todas las herramientas que permitieron que el modelo de crecimiento con inclusión social ya lleve su sexto año de crecimiento interrumpido en la Argentina.

–¿Se justifica tener tanto superávit en un momento de crisis?

–El superávit fiscal opera como un amortiguador de una gran cantidad de otras variables, que deben tener consistencia a lo largo del tiempo. Lo que es cierto es que el superávit puede subir o bajar al ritmo de la actividad económica. Hay una crisis internacional muy fuerte que lleva a restricciones en el financiamiento. Pero nosotros hemos generado un modelo económico a prueba de diferentes crisis. Lo que hemos hecho desde la Anses ha sido muy importante para el sistema jubilatorio, pero ha permitido empezar a generar ese gran instrumento que es el Banco de Desarrollo, que posibilita que proyectos de inversión de envergadura sean financiados con una fuente de repago y con garantías.

–¿Se está pensando en un Banco de Desarrollo?

–Sin duda. Desde el punto de vista del financiamiento y de la generación de capital físico, la vuelta al Estado de los recursos previsionales nos da nuevos mecanismos de financiamiento interno. Y para nosotros es fundamental que estos recursos se vuelquen a la economía real, tal como lo venimos haciendo. Es una herramienta de enorme importancia. Vamos a hacer el gran Banco de Desarrollo de la Argentina.

–¿Cómo se va a adaptar la Anses para ser un Banco de Desarrollo?

–Lo estamos analizando, habrá que hacer algunos cambios, pero aún no están cerrados.

–Una de las propuestas de una parte de la oposición es gravar la renta financiera para fondear la asignación universal por hijo. ¿Está de acuerdo?

–No se lo puede ver en particular. Creo que hay que ver el cuadro completo. Y el cuadro completo implica financiamiento del sector público, el sostenimiento de la economía y el funcionamiento de cada uno de los sectores. No tiene mucho sentido hablar de instrumentos sueltos, sino se convierten en slogans y no en políticas. La verdad es que hay muchas fuerzas políticas que tienen ganas y se están preparando para gobernar. Yo creo que serán muy responsables en las propuestas porque nadie quiere llegar a gobernar y no tener las herramientas para hacerlo.

–¿Qué piensa de la asignación universal por hijo?

–Pienso que no es de las medidas más redistributivas, porque justamente si es universal no está focalizado. Cuando uno piensa en los problemas de los sectores más desprotegidos, lo que tiene que buscar son políticas hacia esos sectores. En todos los países hay distintas redistribuciones del ingreso. Muchas políticas universales tienden a actuar como Hood Robin: les sacan a los que menos tienen para darles a los que más tienen.

–Hay calificadoras de riesgo que dicen que se viene el default en 2010.

–Lo primero que miraría es si son las mismas calificadoras que le pusieron excelentes notas a bancos de Estados Unidos que después tuvieron problemas serios, como Lehman Brothers. Después diría que nosotros tenemos un programa fiscal que es consistente y se ha demostrado que es consistente del 2003 a la fecha. No es que hoy nos empieza a preocupar este tema. Y no hay motivo para que esto cambie. Vamos a seguir teniendo la misma actitud y aptitud para llevar adelante el sostenimiento del esquema fiscal y de la economía como un todo. Estamos seguros de que vamos a honrar nuestros compromisos. Además, 2010 no es un año exigente en vencimientos de deuda. Vamos a explorar alternativas de financiamiento que no tienen por qué ser las que conocimos. Claramente la emisión de bonos que ajustan con CER fue una salida que se eligió en un momento, pero está visto que es un camino que no hay que volver a transitar. Es más, es un camino que hay que desandar.

–¿Ir sacando bonos con CER del mercado implica también una salida al problema del Indec?

–Le quita presión al problema del Indec. Tiene que ver con que con un CER más alto se ganaba plata. Hay que desterrar la idea de que “un CER bajo ahorra” y reemplazarla por “un CER alto te obligaba a pagar más”. Este tema no fue suficientemente explicado, y como en cualquier cuestión de intereses, genera presiones.

–¿Qué hay que hacer para devolverle credibilidad al Indec?

–En el Indec se han hecho muchas cosas y hay que seguir trabajando para fortalecerlo. Cuidado, porque hay muchos intereses en el medio. A algunos les convenían índices más altos para ganar dinero con los bonos. Vamos a trabajar con la ayuda de varias universidades –con las que ya empezamos a dialogar– para que nadie vuelva a dudar de los datos del Indec.

–¿Cree en la visión conspirativa de que los empleados del Indec recibían plata por dar un índice más alto?

–Nunca el problema son los trabajadores.

–¿Cómo seguirá impactando la crisis internacional?

–Yo entiendo que la economía ya rebotó. Por lo que vamos hablando con los distintos sectores, se está viendo una recuperación, una vuelta a los parámetros de la recuperación anterior. El año pasado éramos bastante pesimistas en términos de cómo iba a funcionar la crisis en el exterior, y la verdad es que la salida aparentemente está siendo más rápida de lo que parecía. Nosotros tomamos una gran cantidad de medidas mostrando que había un Estado presente, activo, que iba a hacer su trabajo para el sostenimiento de la actividad económica y de los puestos de trabajo. Por eso, conjuntamente con la ministra Débora Giorgi y el ministro Julio De Vido, se trabajó muy fuerte en sostener una gran cantidad de políticas públicas que permitieron que la crisis internacional no golpeara en la Argentina. Si la salida del mundo es más rápida, nos agarra a nosotros más que bien.

–¿La fuga de divisas puede ser un impedimento para crecer?

–Yo creo que más que fuga de divisas, hay un cambio de cartera. Y eso tiene que ver con que algunos sectores pueden haber tenido o generado alguna incertidumbre, especulando con algunos cambios de paradigma que nosotros de ninguna forma vamos a llevar adelante.

–Pero hay una demanda del público minorista casi constante de dólares y también de las empresas.

–Si uno mira series históricas, es un fenómeno bastante frecuente en los períodos pre-electorales y cuando uno hace el seguimiento de las compras, para tener claro qué es lo que está pasando, no ve un cambio importante en el sector minorista. Ha habido algunas compras de volúmenes importantes en el sector mayorista o de empresas. Así que no estamos viendo ese fenómeno. Además, está pasando algo que es muy extraño, que no es un fenómeno de la Argentina, es del mundo, que la crisis financiera se desata en Estados Unidos y la moneda de ese país se convierte en refugio. Es un fenómeno bastante particular y bastante extraño. Por eso me parece importante el trabajo que se viene llevando con Brasil, donde el comercio bilateral está tendiendo a ser en monedas locales.

–¿Cómo se detiene la fuga?

–La fuga, el cambio de cartera, se detiene manteniendo las políticas consistentes que uno está llevando adelante. En la Argentina hay mucha tendencia a los sobresaltos. El stop and go ha sido una constante. Las famosas crisis de estrangulamiento de balanza de pagos, de estrangulamiento por déficit fiscal. Nosotros estamos muy lejos de todo eso. Tenemos un sistema que es a prueba de todas estas problemáticas tan conocidas por todos los argentinos y lo que vamos a hacer es, con mucha naturalidad, con mucha normalidad, seguir desarrollando las políticas que venimos llevando adelante. Por ejemplo, el tipo de cambio: pocas veces ha habido una política del tipo de cambio tan consistente en el largo plazo como la que tenemos hoy. Uno ve que hay un tipo de cambio flotante, pero administrado, que ha permitido que no haya tensiones con los distintos sectores de la economía.

–¿Subir el precio del dólar unos centavos todos los meses no es un mensaje de que va a seguir subiendo?

–Bueno, pero también en algunos momentos bajó. Me parece que tiene que ver con que el tipo de cambio es una variable importante y no debiera ser la más importante como a veces pareciera estar grabado en la cabeza de los argentinos: tenemos un tipo de cambio que no genera tensiones.

–¿Quiere decir que está de acuerdo en que siga subiendo de a poco?

–No, con que siga siendo un tipo de cambio flotante administrado. Uno ve lo que ha pasado en otros países donde han tenido saltos importantes, por ejemplo en países hermanos del Mercosur, y estamos convencidos de que ésta no es una buena mecánica porque produce impactos en la distribución del ingreso y dificultades en términos de los patrones de acumulación de capital. En economía, el trabajo es la primera variable y la segunda es la acumulación de capital físico. Nosotros estamos trabajando para que la acumulación de capital tenga un sendero más fuerte, como lo ha demostrado en los últimos años.

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