El FMI sigue con las mismas recetas. En esta oportunidad, su titular, Dominique Strauss-Kahn, le recomendó a Brasil enfriar su economía. “Sería mejor que empiece a retirar los estímulos, como los beneficios fiscales y tributarios que utilizaron para reducir el impacto de la crisis internacional”, indicó el funcionario durante una conferencia de prensa junto al ministro de Economía, Guido Mantega. Sin embargo, según los guarismos presentados por el funcionario brasileño, el crecimiento de su país ya comenzó a frenarse y para fin de año se espera que no supere el 6 por ciento anual, con una tasa de inflación en torno del 4 o 5 por ciento. “Los estímulos fueron correctos y eran necesarios, pero se impone ahora una vuelta atrás, a fin de evitar que la situación pueda provocar un nivel excesivamente elevado de crecimiento y desate presiones inflacionarias. En este momento se trata de administrar la desaceleración, de modo que no haga caer tanto la tasa de crecimiento, pero sí que se evite un recalentamiento económico”, fue la recomendación de Strauss-Kahn.

Más allá de estas palabras, el titular del FMI ponderó el desempeño económico de Perú, Colombia, Chile y el propio Brasil. “Veo números muy buenos de crecimiento en Sudamérica”, graficó Strauss-Kahn. “La economía brasileña está yendo mejor que la mayoría en el mundo, y no es por casualidad, es resultado de buenas políticas antes y durante la crisis”, manifestó el funcionario del Fondo, antes de recomendarle a Mantega que retire las políticas de estímulo. Tras su paso por Brasilia, el titular del Fondo hizo referencia a la crisis internacional y el futuro del dólar en el mundo. “Como la economía estadounidense es la economía dominante, todavía vamos a tener al dólar jugando el papel principal. Esto no quita que otras monedas vayan adquiriendo mayor importancia”, indicó. Y aseveró que uno de los signos monetarios que saldrán fortalecidos será el real.