La plaza financiera local volvió a operar al alza en sintonía con el comportamiento positivo del esquizofrénico mercado internacional. El índice líder de la reducida Bolsa porteña trepó 5,6 por ciento y los bonos registraron incrementos de hasta un 7 por ciento. La cotización de los títulos de deuda pública logró cerrar así una de las primeras jornadas con mejoras generalizadas, tras conocerse el bajo grado de adhesión institucional al nuevo canje. En tanto, el precio del dólar cerró sin variaciones a 3,93 pesos, en una jornada donde el Banco Central mantuvo una posición levemente compradora. Así, las reservas internacionales de la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont ascendieron hasta los 49.102 millones de dólares, 76 millones por encima del cierre anterior.

La caída en el precio de los bonos registrada desde que estalló el capítulo europeo de la crisis financiera internacional se profundizó cuando se conocieron las dificultades que tendrá el Ministerio de Economía para alcanzar el piso de aceptación del 60 por ciento del canje de deuda. Los acreedores institucionales sumaron 8500 millones de dólares de los 10 mil millones que el Gobierno pretendía captar. Ayer, ante el fugaz optimismo financiero global, los títulos públicos volvieron a operar con mejoras significativas. Así, el Descuento en pesos ganó 7,4 por ciento y el Cupón PIB subió 7,5 por ciento. Por su parte, el Par quedó 2,5 por ciento arriba, el Bogar 18 avanzó 2,4 por ciento y el Boden 2012, 1,1 por ciento.

El reducido índice Merval, compuesto por catorce empresas, subió 5,6 por ciento en una jornada donde se registraron operaciones en acciones por 76 millones de pesos. Los comportamientos más destacados fueron los de Tenaris (su acción subió 8,1 por ciento), Telecom (9,6), Petrobras (4,5) y Banco Macro (7,7). El resto de las acciones bancarias que componen el panel y que habían sido golpeadas durante el primer día hábil de la semana por el escenario internacional mostraron en su mayoría mejoras. Durante el volátil mes de mayo, el Merval perdió 9,2 por ciento y acumula una caída del 6,2 por ciento en el año. En 2009, había registrado una mejora superior al 90 por ciento.

En tanto, en un mercado cambiario sin presiones, el dólar cerró sin variaciones a 3,93 pesos, mientras que el euro retrocedió otro centavo hasta 4,84 pesos para la venta. Aunque algunos especialistas advierten sobre la apreciación del tipo de cambio real, desde el Banco Central aseguran que el indicador se mantiene en niveles competitivos. A su vez, en la autoridad monetaria rechazan los reclamos devaluatorios de aquellos que se guían por la variación diaria del real. Explican que no se trata de una variable válida para evaluar la competitividad, ya que la cotización de la moneda brasileña está sujeta a una fuerte volatilidad producto de los flujos de capitales de corto plazo.