Los popes sindicales salieron satisfechos de la primera reunión anual del Consejo Directivo de la CGT que presidió su secretario general Hugo Moyano. Después de escuchar a los dirigentes de seccional San Lorenzo, los gremialistas terminaron de gestionar un encuentro para hoy en el Ministerio de Trabajo en el que se intentará destrabar el conflicto que tiene paralizado al puerto de Rosario y recibieron la noticia de que sus alicaídas obras sociales recibirán esta semana 256 millones de pesos de los 6000 que les “adeuda” la Superintendencia de Salud. Por más de una hora y media el secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, expuso ante los directivos cegetistas un ambicioso plan de construcción de 17 mil viviendas entre el Estado y los sindicatos, pero los dirigentes también solicitarán una entrevista con la presidenta Cristina Fernández para pedirle una nueva modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. “No hay piso ni techo. Cada gremio le pondrá cifra a su propia negociación”, afirmaron los sindicalistas a Página/12 en relación a las negociaciones paritarias.

Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Omar Plaini (Canillitas) y Roberto Coria (Guincheros) fueron los voceros cegetistas del encuentro que por casi cuatro horas reunió al Consejo Directivo de la central en la sede de la calle Azopardo. Los sindicalistas repasaron la extensa agenda, de donde el canillita Plaini destacó las “gestiones de Moyano y el ministro (Carlos) Tomada para destrabar el conflicto en el puerto de Rosario”.

Hoy, a media mañana, habrá una reunión en Trabajo a la que concurrirán los representantes de la CGT San Lorenzo –que participaron ayer del encuentro cegetista– junto a directivos nacionales de la central y empresarios en busca de una solución al conflicto que paralizó al puerto rosarino. Una situación que preocupa al gobierno nacional y que el propio secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato, sostuvo que “lo único que criticó la Presidenta (durante el acto del martes en Santa Fe) fue la modalidad de lucha de los trabajadores” portuarios, antes de ingresar al edificio de Azopardo donde ya estaban el camionero Moyano, Antonio Caló (metalúrgicos), Carlos Sueiro (Aduana), Carlos Ríos (Obras Sanitarias), Omar Viviani (taxistas), Horacio Ghillini (Sadop) y Mario Calegari (UTA), entre otros dirigentes.

Los sindicalistas tampoco pasaron por alto la confirmación de que sus gremios comenzarán a recibir esta semana parte de los primeros 256 millones de pesos de un total de 6000 que la Superintendencia de Salud prometió desembolsar a las obras sociales. El tema era uno de los puntos importantes en la agenda cegetista. Los dirigentes gremiales afirmaron que también revisaron “la compleja problemática de los tercerizados” en sus respectivos sindicatos, y aunque no le pusieron cifra, le solicitarán una entrevista a la Presidenta para pedirle una suba en el mínimo no imponible de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.

Aunque insistieron que no fue parte del temario, algunos sindicalistas afirmaron a Página/12 que la CGT “no pondrá techo ni piso a las paritarias”, y que “cada sindicato le pondrá cifras a su negociación, porque conocen la realidad y las necesidades de su sector”.

Por más de una hora y media los popes sindicales escucharon la exposición de López sobre el ambicioso plan del Gobierno para construir junto a los gremios unas 17 mil viviendas. Los distintos proyectos prevén casas de entre 40 y 100 metros cuadrados, que recibirán financiación del Estado a 20 años, con una tasa fija anual del 12,75 por ciento para los primeros tres y donde los sindicatos deberán encargarse de la compra de los terrenos donde serán construidas.