ECONOMíA
› LOS AUMENTOS VAN DEL 10 AL 40 POR CIENTO EN LA MAYORIA DE LOS PRODUCTOS
Carrera de precios para ganarle al dólar
Muchos precios aumentaron, inclusive los de productos nacionales, simplemente porque fabricantes, distribuidores o expendedores, según los casos, quieren asegurar su rentabilidad ante la chance de una indexación disparada por el dólar.
› Por Claudio Zlotnik
Las cadenas de super e hipermercados y los comercios minoristas se lanzaron a una carrera inflacionaria cuyo final es imprevisible. Prácticamente no existen rubros que hayan quedado a salvo. En las últimas horas se detectaron aumentos en alimentos, productos de perfumería y limpieza y en los medicamentos. Los incrementos varían entre 10 y 40 por ciento, según denunciaron las ligas defensoras de los consumidores. En algunos insumos, como la harina, la suba alcanza al 70 por ciento y los panaderos ya hablan de una situación crítica en el sector. Pero el incipiente brote inflacionario no es el único mal al que en estos momentos se enfrenta la gente. Ante la incertidumbre sobre el futuro, en los supermercados ronda el fantasma del desabastecimiento, con góndolas que se ven semi vacías.
Consultas realizadas por Página/12 entre directivos de cadenas de supermercados y responsables de pequeños comercios dejaron a la luz dos conclusiones sobre el salto de los precios:
* Tiene íntima relación con la brusca suba del dólar tras la ruptura de la convertibilidad, y la posibilidad de que la moneda estadounidense siga una carrera alcista.
* Pero también con el programa económico anunciado por Economía durante el fin de semana. Allí se incluyó la indexación de créditos, depósitos y alquileres. Y Jorge Remes Lenicov dejó entrever que habrá aumentos en las tarifas de servicios públicos, una vez finalizada la renegociación que se pondrá en marcha en las próximas semanas. Detrás de los incrementos exagerados se oculta la intención de los empresarios de que el precio de reposición no termine siendo más alto que el que ellos estaban vendiendo.
“Los aumentos de precios son una respuesta de las cadenas y los grandes proveedores formadores de precios a la señal del Gobierno de que la economía se indexa. Es una cuestión de expectativas”, señaló a este diario Roberto Dvoskin, experto en temas comerciales y director del Departamento de Administración de Empresas de la Universidad de San Andrés.
Los aumentos abarcan no sólo a los productos importados o elaborados con insumos traídos del exterior, sino también a aquellos de la canasta básica que se fabrican en la Argentina. Y si bien muchos de ellos son embalados con plásticos extranjeros cuyos precios siguen la evolución del dólar, lo cierto es que verificaron incrementos exagerados en relación a la parte importada que contienen. Una recorrida de Página/12 por pequeños comercios e hipermercados permitió ver que algunas gaseosas, como la Tai, fabricada por Coca Cola, aumentó 10 por ciento, de 65 a 72 centavos. Algunas cervezas, como Palermo, subió 20 por ciento. El kilo de asado, según el supermercado, se incrementó entre 5 y 30 por ciento. Los aceites comestibles de un litro y medio registraron aumentos de entre 25 y 30 por ciento. Un 32 por ciento los jugos para diluir de un litro y medio (de 1,25 a 1,65 peso) y 33 por ciento promedio el jabón de tocador (de 69 a 92 centavos la unidad). Aunque de “industria argentina”, el valor de los pañales de tamaño grande se elevó 10 por ciento. Y el 40 por ciento los paquetes más chicos.
Un clásico de las últimas horas es la falta de variedad en los productos. El gerente de una cadena europea que pidió el anonimato admitió, en diálogo con este diario, que muchos proveedores de productos de consumo masivo están abasteciendo menos volumen de mercadería que la pedida y argumentan escasez de variedad. Ante esta maniobra especulativa, las góndolas de algunos supermercados lucieron semi vacías. Los productos electrónicos fueron los más complicados de reponer “porque el proveedor quiere esperar a que se reabra el mercado cambiario antes de entregar”, según comentaron a este diario en un hipermercado. En varias cadenas contaron que absorbieron parte de los aumentos de entre 25 y 35 por ciento en aceites, harinas y azúcar para evitar eventuales problemas con los clientes. En compensación, quitaron los carteles de “ofertas”. De las 1000ofertas que, en promedio, suelen mostrar las principales cadenas se bajaron a sólo 200.
En los comercios pymes culpan directamente a los proveedores líderes. Consultado por este diario, Osvaldo Hoorn, presidente de la regional Buenos Aires de Apyme, culpó a las grandes compañías proveedoras de cortar el financiamiento a plazo y de pretender actualizar en un 40 por ciento las deudas, intentando que éstas se acomoden a la evolución del dólar oficial. “Las grandes empresas quieren que les demos la diferencia del 40 por ciento por los cheques que todavía no se acreditaron. Nos van a llevar a la quiebra”, se quejó el directivo.
La reaparición de la inflación modifica la lógica en el negocio de los supermercados. Hasta ahora, las cadenas eran protagonistas de una dura pelea en la cual cada una quería mostrarse como la líder en precios bajos. Ahora eso cambió. “Sin estabilidad no existen los precios de referencia. Los consumidores ya desconocen los precios de cada supermercado porque, entre una visita y otra, los productos pudieron haber aumentado”, razonó Dvoskin.
Lo cierto es que el primer golpe inflacionario puede no ser el último. Los mayoristas, que abastecen a los almacenes, y en los supermercados ya saben que habrá más remarcaciones en caso de que el dólar siga trepando. Una opción que, por ahora, el Gobierno no quiere ni siquiera analizar. Según el vocero Eduardo Amadeo, la inflación de este mes será similar a la de enero, del 2,3 por ciento. “¿Quién va a comprar si se encarecen los productos?”, se preguntó el funcionario. Más allá de la apuesta oficial, algunas grandes cadenas miran para otro lado. Saben que, en el mejor de los casos, ocurrirá como a mediados de los ‘80, cuando montados a la inflación pudieron obtener rentabilidades jugosas, cercanas al 25 por ciento, varios puntos por encima al 15 por ciento, en promedio, de la actualidad.
Subnotas