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Cómo puede influir la inflación respecto de la pobreza extrema
La consultora Equis realizó una simulación estadística con tres escenarios de inflación para este año: el previsto por el Gobierno y otros dos más graves. Luego calculó cuánto aumentaría la pobreza por ingresos en cada uno de esos casos. Los resultados son escalofriantes.
Gracias a la vuelta a escena de la inflación, durante 2002 habrá –según el índice optimista del Gobierno– un piso de 2 millones de nuevos pobres o, si se repiten los guarismos de enero, 4.300.000 ciudadanos que se sumarán a los que ya se encuentran bajo la línea de pobreza. Según un trabajo que cruzó tres hipótesis de aumento de costo de vida cruzados con la proyección de datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, en caso de que la inflación llegara a dispararse a un 5 por ciento mensual -una cifra que ya se maneja en algunas consultoras privadas–, generaría un escenario escalofriante: el 60,4 por ciento de la población quedaría bajo la línea de pobreza, cerca de 20 millones de personas.
Los datos surgen de un trabajo realizado por los equipos de investigación social de la consultora Equis, que conduce el sociólogo Artemio López. Allí se explica que a diferencia de anteriores ciclos vividos en años recientes, el nuevo proceso de empobrecimiento combinaría un grupo de factores letales para la sociedad, sobre todo en los sectores que cuentan con ingresos fijos: altas tasas de desempleo, profunda caída salarial e inflación, con deterioro del peso y aumento del costo de vida.
Como dato ilustrativo, vale recordar que durante el ciclo de la híper de los años ‘89 y ‘90, la pobreza por ingresos trepó al 47 por ciento de la población del conurbano y pasó la barrera del 60 por ciento en el segundo cordón. Claro que para este año el Gobierno espera que con las medidas que ha venido poniendo en marcha la economía al fin se reactive, algo que no sucede desde hace cuatro años.
El trabajo cruza dos indicadores estrechamente ligados: el aumento del costo de vida y el nivel de pobreza según ingresos. A partir de ahí se evaluaron tres hipótesis inflacionarias. La primera es la del 1,2 por ciento mensual (15 por ciento anual), la optimista tasa que calculó el Gobierno para que cierre el presupuesto 2002. La segunda es similar al índice que arrojó enero, 2,5 por ciento o 30 por ciento anual (en realidad, el índice de enero fue del 2,3 por ciento, el más alto en una década). Como tercera hipótesis se utilizó una desfavorable tasa del 5 por ciento mensual o un 70 por ciento anual acumulado.
Se considera bajo el nivel de pobreza a un varón adulto que percibe menos de 154 pesos mensuales, mientras que a quienes se encuentran debajo de los 192 pesos se los ubica en zona de riesgo. Actualmente, hay 14.586.000 personas que entran en la categoría de pobres.
u Hipótesis I: según este cálculo, a fin de diciembre, el 60 por ciento de quienes hoy se encuentran en la delicada zona de riesgo descenderían un escalón. Para enero de 2003, la pobreza habría aumentado un 7,3 por ciento, lo que equivale a 2.147.000 ciudadanos, o del 44,2 al 50,7 por ciento de la población urbana. Aún en este esquema –el más benévolo de los tres– se superarían los niveles de pobreza del ciclo hiperinflacionario de inicios de los 90. El escenario más dramático se viviría en vastos segmentos poblacionales del norte argentino, obligados a convivir con niveles de pobreza superiores al 65 por ciento.
u Hipótesis II: bastante más problemático sería el cuadro si hasta diciembre se repite una inflación como la de enero, que algunos funcionarios del Gobierno ayer consideraron baja. Con ese nivel de inflación, toda la población urbana hoy en riesgo quedaría debajo de la línea de pobreza. Adicionalmente, un 31 por ciento de inflación anual empobrecería a otro 3,3 por ciento de la población que no está en riesgo pero es vulnerable. En síntesis, con un 2,5 por ciento mensual de inflación, la población pobre aumentaría en 4.312.000 personas, con lo que quedaría conformada por un total de 18.898.000 ciudadanos.
u Hipótesis III: con un índice inflacionario mensual promedio que duplique al registrado en enero, el paisaje se complicaría. Con un 71 por ciento de inflación anual, el 60,4 por ciento de la población quedaría bajo la línea de pobreza, registrándose la friolera de 5.356.400 nuevos pobres. De esta forma, habría casi 20 millones de personas que percibirían ingresos por debajo de los considerados mínimos para una vida digna.
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