ECONOMíA
Lavagna, entre la ira y el papelón
En una áspera reacción, acusó a la banca de presionarlo. Pero desmintió cifras que figuran en el memo con el Fondo Monetario.
Por Julio Nudler
“Es una presión inadmisible”, exclamó un Roberto Lavagna enardecido y ordenó levantar la reunión que iba a celebrarse ayer con la banca y que había sido citada el martes por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. La colérica reacción del ministro de Economía fue disparada por una nota aparecida ayer en La Nación, afirmando que el Estado entregará 2640 millones de dólares a los bancos para compensarlos por la indexación asimétrica y por los amparos. Curiosamente, el dato encabezaba una entrevista con el propio Lavagna. En ámbitos ministeriales se interpretaba ayer que el número había salido de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) con la intención de delimitar la cancha antes de empezar la discusión con las autoridades. Lavagna aseguró por radio que la cifra mencionada no existe. Sin embargo, el monto publicado no encierra novedad alguna: cualquiera que se tome el trabajo de leer el memo acordado con el FMI hallará los montos en pesos de la compensación prevista. A lo sumo deberá además dividirlos por el tipo de cambio (a la sazón, $ 3,37) para arribar al guarismo correspondiente en dólares.
Parece claro que al ministro lo molestó verse asociado con la entrega de miles de millones de dólares a la banca, aunque inevitablemente deberá convalidarla próximamente. En el convenio con el Fondo se establece que para el 14 de marzo deberán ser anunciados los mecanismos de la compensación que recibirán los bancos. Precisamente, en la abortada reunión de ayer debía empezar a discutirse los criterios para el cálculo fino de la compensación. En el caso de un amparo, por ejemplo, el Estado tendrá que poner la diferencia entre la suma de $ 1,40 por dólar más el CER por un lado, y la paridad cambiaria vigente al momento de efectivizarse por el otro. Los bancos quieren, además, que se les reconozca alguna suma por el tiempo transcurrido.
En realidad, hay que suponer que Economía ya hizo su cálculo y lo incorporó al acuerdo con el Fondo, por lo que ahora sólo pretende que los bancos le presten su convalidación. El propio vocero ministerial reconoció ayer que se emitirán dos bonos por un total de 8900 millones de pesos para cubrir los conceptos arriba señalados, el segundo de los cuales se originó al tomarse la decisión política de no indexar ciertos créditos bancarios por el CER, que se basa en el IPC (precios al consumidor), sino por un coeficiente de variación salarial (CVS). En todo caso, y para justificar el bullicioso incidente, en Economía se recuerda respecto de los amparos que, mientras no haya pronunciamiento de la Corte, cualquier arreglo está supeditado a una revisión o anulación posterior. Además, se subraya que todos los números pueden variar.
Cerca de ABA se aseguraba ayer que la información que tanto enfadó a Lavagna salió de Economía, o en todo caso del mismo memo con el Fondo. “No entendemos qué es lo que tanto escandalizó al ministro”, dijo una fuente a Página/12, agregando que los bancos sólo esperan que en el ministerio les expliquen cómo calcularon el quebranto ocasionado a las entidades financieras.