La titular del gobierno alemán, Angela Merkel, reclamó que la Justicia europea castigue a las autoridades de los países cuyo déficit fiscal supere los límites comprometidos para la Eurozona. La canciller germana le dio una nueva vuelta de tuerca al ajuste en las cuentas públicas del bloque, al pronunciarse en favor de que el Tribunal de Justicia de la UE tome cartas en el asunto cuando algún gobierno incumpla con los criterios de estabilidad acordados.

El pronunciamiento de Merkel, a la salida de un encuentro extraordinario en el Parlamento, es en respuesta a los cuestionamientos que miembros de la coalición de gobierno plantean respecto de la ayuda que Alemania otorga –aunque a cuentagotas– a países en dificultades. En las últimas semanas, el Banco Central Europeo y entidades financieras alemanas –en ambos casos a instancia del gobierno de Merkel– adquirieron bonos de la deuda de España e Italia para sostener esos títulos y alejar, aunque más no sea temporariamente, el riesgo de cesación de pagos.

La Unión Cristiano Demócrata y otros sectores que forman la coalición en el gobierno criticaron que mientras Alemania se fija un límite a la deuda en su propia Constitución, deba socorrer a otros que no han respetado ningún techo razonable. La solidaridad se resquebraja en Europa a pasos agigantados, y la principal economía de la UE empezó a dar señales claras en tal sentido. José Luis Rodríguez Zapatero, presidente español, en una respuesta tímida y a la vez tardía, propuso ayer una reforma constitucional destinada a garantizar el déficit cero, en un intento desesperado de restablecer la confianza perdida.