El banco suizo UBS reveló ayer que perdió 2300 millones de dólares por las operaciones ilegales realizadas presuntamente por uno de sus agentes en su sucursal de Londres. El fraude, destapado el jueves, se realizó en los tres últimos meses y fue posible porque el operador de mercados responsable, quien está acusado del delito y detenido en Londres, pudo presuntamente esconder los riesgos que asumía generando datos ficticios para disimular sus actividades. UBS, el banco más importante de Suiza, insistió en que este incidente no ha tenido repercusiones en las inversiones de sus clientes. Fue este mismo banco el que hace tres años tuvo que ser rescatado por la Confederación Helvética por las pérdidas monumentales que sufrió debido a las inversiones que había realizado en las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos. Esta vez ha sido un joven “broker”, Kweku Adoboli, quien ha puesto en entredicho el sistema de gestión de riesgos del banco.