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Claudio Somoza es titular de la Unión de Aviadores de Líneas Aereas (UALA) y desde hace 23 años trabaja como piloto en Austral. En diálogo con Página/12 destacó la gestión estatal al frente de la empresa, aseguró que la decisión de permitirle a Austral realizar vuelos regionales ayudará a equilibrar la balanza comercial del sector y adelantó que estuvo conversando con los titulares de los otros gremios para tratar de limar asperezas y encontrar soluciones conjuntas para superar los problemas que tiene el Grupo Aerolíneas.

–¿Cómo evalúa la gestión estatal al frente del Grupo Aerolíneas?

–En lo que respecta a Austral, nosotros con Marsans estuvimos bastante mal. Se vendieron los activos de la empresa, inclusive parte de la flota. En cambio, cuando el Estado se hizo cargo en 2008 anunció una inversión de 700 millones de dólares para la compra de 20 aviones Embraer y esa compra se realizó. En septiembre del año pasado vino el primer Embraer y en septiembre de este año fuimos a buscar el último. El Estado también puso los recursos necesarios para la capacitación de los pilotos y hoy tenemos los 20 Embraer nuevos volando.

–¿La incorporación de los Embraer no contradice el discurso oficial que postula la conveniencia de unificar la flota para ahorrar costos?

–No, el plan de negocios 2010-2014 prevé una reestructuración de la flota del Grupo Aerolíneas para terminar consolidando una oferta que incluya Embraer 190, Boeing 737 700/800 y Airbus 340. El plan lo que hace es reducir la cantidad de flotas. No es lo mismo tener tres flotas unificadas, que cinco o seis. De hecho, nosotros estamos trabajando para poder cambiar los MD por Boeing 737 800 para cubrir vuelos regionales de largo alcance y vuelos charter.

–¿Cuántos aviones tenía Austral antes de que el Estado se hiciera cargo de la empresa?

–Teníamos volando no más de 13 MD sobre una flota de 19. Los otros seis estaban fuera de servicio. Hoy tenemos los 20 aviones Embraer nuevos en servicio y también estamos volando 7 MD 83 y 88. Además, incrementamos las horas de vuelo. Pasamos de 4000 horas por mes a casi el doble. Estamos volando 5000 horas de Embraer y 2500 de MD.

–El otro día la Presidenta dijo que los pilotos volaban sólo 30 horas por mes cuando deberían volar entre 60 y 80 horas.

–En Austral tenemos nada más que 360 pilotos para 27 aviones. Cada uno está volando 75 horas mensuales y las horas de servicio suman 230 porque también se suma a la jornada el tiempo que el piloto pasa en el aeropuerto. El nivel de productividad del piloto de Austral está a la par del de las líneas de primer nivel mundial.

–¿Y a qué se refería el Gobierno cuando dijo que los pilotos vuelan 30 horas por mes? ¿Sólo a Aerolíneas Argentinas?

–Es un tema que debería preguntarle a APLA (N. d. R.: La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas agrupa a los pilotos de Aerolíneas Argentinas).

–¿Ustedes presentaron la propuesta para que Austral no sólo realice vuelos de cabotaje sino también rutas internacionales?

–Nosotros le hicimos una propuesta al Gobierno porque habíamos visto que las empresas extranjeras estaban avanzando sobre el mercado argentino, tanto Lan, Taca y Gol. Lo que se anunció el lunes es parte de esa propuesta, porque el Gobierno se dio cuenta de que estábamos en lo correcto. El mercado regional está en pleno crecimiento, se estima un 35 por ciento de crecimiento este año. Por ese motivo, se replanteó la situación y se pensó que era lógico aumentar frecuencias de Austral en forma complementaria a Aerolíneas, siempre sumando frecuencias, para generar divisas y tratar de nivelar la balanza comercial.

–¿A dónde va a comenzar a volar Austral?

–A Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile y Perú.

–¿Por qué hasta ahora Austral no podía realizar esos vuelos?

–Porque había intereses contrapuestos entre los sindicatos, pero el certificado de explotador de transporte aerocomercial nos permite hacer vuelos regionales e internacionales, como regulares y no regulares, y tenemos todas las rutas renovadas ante la ANAC por los próximos 15 años. Era un impedimento político-sindical y a partir del otorgamiento de nuestra personería gremial es necesario nivelar la situación, porque las rutas no pertenecen a los pilotos, sino al Estado argentino. El mercado existe y lo que nosotros proponemos es volar esas rutas para sumar empleo para los argentinos, en la medida en que seamos lo suficientemente competitivos.

–Austral ya había realizado vuelos internacionales.

–En el período 2005-2007 hemos volado estas rutas en forma temporaria. Fuimos a Punta del Este, Puerto Seguro, San Pablo, Río, Santiago de Chile y Lima y después esa experiencia se frustró por presiones sindicales.

–¿Podría volver a ocurrir que presiones del otro sindicato de pilotos le ponga freno a esta posibilidad?

–Hay una decisión política tomada. La Presidenta de la Nación fue muy clara en su discurso. Austral va a hacer vuelos regionales complementarios de los de Aerolíneas y ambas compañías van a crecer. Hay trabajo para todos. Tenemos que dejar de lado los viejos enfrentamientos. Yo mismo estoy convocando a todos los gremios aeronáuticos a mantener una reunión en una mesa de trabajo donde todos aportemos para definir la política aerocomercial, porque los presidentes de los seis gremios aeronáuticos tenemos como objetivo común la defensa de la fuente laboral de nuestros asociados.

–¿Ya hizo esta convocatoria?

–Saqué un comunicado de prensa invitando a los gremios y estoy hablando con los presidentes de cada gremio para juntarnos en la Federación Aeronáutica una vez por mes para analizar todos estos problemas e intentar encontrar soluciones.

–El titular de APTA, Ricardo Cirielli, es muy crítico de la gestión estatal. Pareciera que usted y él hablaran de empresas diferentes. ¿Considera posible un acercamiento?

–El gremio de Ricardo tiene personal técnico tanto en Aerolíneas como en Austral y siempre fue un hombre dispuesto a apoyar. Yo confío en el diálogo y en la capacidad de Ricardo y del Estado para dejar de lado las diferencias. Tengo una muy buena relación con Ricardo, él es un hombre de trabajo y no creo que haya problemas para sentarse a conversar y superar estas diferencias.

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