La Inversión Extranjera Directa (IED) ascendió en 2011 a 3239 millones de dólares, un 53 por ciento superior respecto del año anterior, informó el Banco Central en su último informe cambiario. Casi un tercio de los desembolsos de inversores privados del exterior se dirigió al sector de la minería, en torno del cual existe un debate por su impacto ambiental, por la tributación –para algunos insuficiente– en relación con las ganancias que genera y por su escasa conexión con el aparato productivo. También hubo entrada de capitales en alimentos, bebidas y tabaco, la industria química, caucho y plástico, y petróleo, entre otros.

La inversión de las multinacionales del sector minero llegó a 1096 millones de dólares en 2011. Ese valor representa un importante ingreso de divisas que permitiría contribuir a relajar la restricción externa que opera en la economía argentina, mecanismo por el cual a medida que la industria, el empleo y los salarios crecen, también lo hace la necesidad de dólares para hacer frente a la compra de insumos y bienes finales.

Sin embargo, la lógica con la que operan las firmas extranjeras relativiza su aporte en términos de divisas. Sólo en 2011 las firmas mineras, según el BCRA, giraron al exterior en concepto de utilidades y dividendos 360 millones de dólares. La necesidad de realizar las ganancias de la actividad en los países donde están ubicadas las casas matrices supone que el ingreso inicial de dólares será en el mediano plazo menor al egreso de divisas una vez que la inversión da sus frutos.

Buena parte de la IED se radica en actividades donde la Argentina tiene ventajas comparativas estáticas, como la agroindustria, la minería o el petróleo, lo que tiende a consolidar la posición subordinada de la economía nacional en el mercado mundial. El año pasado la inversión extranjera en el sector de alimentos, bebidas y tabaco fue de 372 millones, seguido por la industria química, caucho y plástico (330 millones), petróleo (250), comercio (242), agricultura y otras actividades primarias (195 millones).

Según datos que Daniel Azpiazu, Pablo Manzanelli y Martín Schorr consignan en “Concentración y extranjerización”, para el universo de las 500 empresas más grandes del país entre 2003 y 2009, en las firmas extranjeras la ganancia por ocupado creció muy por encima del promedio general y del incremento en las empresas nacionales.