El ministro de Educación, Alberto Sileoni, presentó ayer el Plan Estratégico 2012-2016 para las carreras de Ingeniería de todo el país. Como anticipó Página/12, el objetivo es generar incentivos para aumentar el número de graduados y ponerlo en línea con las necesidades de un modelo industrial. Esta área académica está en un proceso de recuperación tras su caída en la década del ’90. El Gobierno ya la había identificado como una de las carreras prioritarias en 2003 y eso se tradujo en inversiones por quinientos millones de pesos hasta el año pasado en infraestructura, nombramientos docentes y becas, entre otros fines. Ahora se trabajará en ésos y otros aspectos para llegar a la meta de diez mil egresados por año a partir de 2016.

“El plan tiene un objetivo estratégico, porque un país que ha recuperado la producción industrial necesita más vocaciones científico-tecnológicas”, indicó Sileoni en la presentación. Lo acompañaban el secretario de Políticas Universitarias, Alberto Dibbern, y el presidente del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería, Jorge Del Gener. “Hemos pasado de 80 parques industriales en 2003 a 300 en la actualidad. Para seguir con esto se necesitan más profesionales especializados”, agregó el ministro.

La iniciativa parte de alentar las vocaciones tempranas, retener a los estudiantes no sólo en el ciclo básico sino en el ciclo especializado, incentivar con becas y generar posibilidades curriculares dentro de la facultad para activar el egreso. En ese sentido, Sileoni advirtió sobre el problema de las demoras de los estudiantes avanzados para terminar sus carreras porque son “capturados” por las empresas ante la falta de profesionales. “Tenemos casi 28 mil alumnos que ya están por recibirse, pero son rápidamente captados por el sistema de trabajo con sueldos muy tentadores, lo que hace que en tercero o cuarto año se vayan de la facultad o demoren la finalización de los estudios”, indicó.

Por su parte, el secretario Dibbern explicó que la deserción es “uno de los temas que tenemos que corregir” al señalar que “la retención hoy es del 57 por ciento y si bien mejoró, tenemos que lograr que siga aumentando”. “Esto repercute directamente en el número de egresados”, señaló y planteó que hay distintas variables que obstaculizan la continuidad de los estudios. En este sentido, mencionó la importancia de las tutorías, la mejora de la enseñanza en los primeros años y el uso de las nuevas tecnologías por parte de los docentes.