ECONOMíA › LOS USUARIOS DE LA TARJETA, CON CREDITO EXTRA

SUBE con descubierto

El Gobierno dispuso que los usuarios podrán utilizar el plástico aun sin saldo, ya que tendrán un crédito de 7,5 pesos a su favor, que devolverán con la siguiente carga.

Los usuarios de la tarjeta SUBE cuentan desde ayer con 7,50 pesos de crédito si se les agota el saldo, monto que luego se descuenta automáticamente de la próxima recarga. La novedad fue anunciada por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y tiene el objetivo de evitar que el pasajero se quede sin viajar si se queda sin saldo en la tarjeta. Según los cálculos del Gobierno, con 7,50 pesos se cubren los viajes diarios de casi todos los usuarios del sistema de transporte público. Por otro lado, quedó habilitada la venta de la SUBE a través del sitio web de la cartera que encabeza Randazzo. Se entrega a domicilio y cuesta 25 pesos.

Según datos oficiales, la cantidad de tarjetas SUBE distribuidas en la región metropolitana asciende a más de 11 millones, de las cuales ocho millones están activas, es decir que son utilizadas en forma cotidiana. En julio se activó un total de 830 mil plásticos. El sistema funciona en toda su extensión, ya que se aplica en más de 18.500 colectivos de líneas nacionales, provinciales y municipales y en 290 estaciones de trenes y subtes. Además, existen 4800 bocas de cargas, 3300 puestos de venta y 26 centros de atención en Capital Federal y Gran Buenos Aires.

Randazzo brindó ayer una conferencia de prensa en su despacho de la Casa de Gobierno, acompañado por el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, donde informó las novedades. Por un lado, anunció que si un usuario no cuenta con saldo suficiente para realizar un viaje, la máquina validadora del SUBE automáticamente le acredita 7,50 pesos para que pueda completar los traslados, una especie de pequeño giro en descubierto. El ministro precisó que ese monto satisface los gastos diarios de los usuarios del transporte público. “Es menos de lo que consume por día el 99 por ciento de los usuarios de la tarjeta. La acreditación de los 7,50 pesos no requiere ningún trámite extra”, indicó Randazzo. Cuando el usuario recarga de nuevo su tarjeta, el valor anticipado se debita automáticamente.

Por otro lado, el Gobierno habilitó la compra de la tarjeta SUBE a través de la página web del Ministerio del Interior y Transporte (www.mininterior.gov.ar). Allí se puede solicitar el plástico y recibirlo en el domicilio por correo dentro de los siguientes diez días hábiles. El precio final es de 25 pesos, 15 por la tarjeta y 10 por el envío. El mismo pedido se puede realizar en la web de la SUBE (www.sube.gob.ar).

A través de la tarjeta se realizan 11 millones de viajes diarios y 280 millones mensuales. El sistema se terminó de generalizar luego del pasado 6 de agosto, cuando el Gobierno determinó que el precio del boleto de colectivo, utilizando monedas, se elevó a 2 pesos, aunque mantuvo su valor de 1,10, 1,20 y 1,25 pesos, según el trayecto, con la SUBE. “La actual tarifa del sistema de transporte del área metropolitana es una política de inclusión”, señaló Randazzo, e instó a los usuarios de la tarjeta a registrar sus datos en la página web del ministerio, lo que permite “revisar los viajes realizados y recuperar el crédito que se tenía en la tarjeta en caso de robo o extravío”, dijo.

Según datos que ofreció el ministro, del 31 de mayo al 6 de agosto la cantidad de tarjetas que se cargan por día pasó de 480 mil por un valor de 11 millones de pesos a más de un millón de plásticos, por 27 millones de pesos. La carga se estabilizaría en 17 millones de pesos por día.

El sistema de control de la tarjeta SUBE está siendo investigado por la Justicia por presuntas irregularidades. La Auditoría General de la Nación (AGN) se pronunció mediante un informe crítico sobre el tema. “Existe un conjunto de observaciones referidas a continuas irregularidades en todas las etapas del proceso de contratación”, indica el documento elaborado por el organismo que conduce el radical Leandro Despouy. Sin embargo, tales anomalías no están vinculadas, según la AGN, con sobreprecios en las licitaciones ni adjudicaciones fraudulentas, sino con la operatoria del Banco Mundial y el encuadramiento del contrato. Concluye que no hubo “delito”, aunque sí desprolijidades. De todas formas, la situación es investigada por el juez federal Sergio Torres.

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Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte, y Alejandro Ramos, secretario, al hacer el anuncio.
Imagen: Télam
 
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